Pilar Abel, la mujer que litiga para que se le reconozca que es hija de Salvador Dalí, aseguró hoy, tras conocer que la jueza que instruye el caso ha ordenado la exhumación del cadáver del pintor, que “el ADN dirá la verdad”.
En declaraciones a Efe , Abel manifestó su satisfacción por lo que entiende que es un reconocimiento a su “lucha” después de una década de demandas.
“Quiero saber quién soy”, manifestó la que asegura ser hija de Salvador Dalí, según le explicó su madre, que prestaba servicio doméstico en Cadaqués (Gerona, noreste de España) en casa de unos amigos del artista.
Pilar Abel, nacida en Figueras (Gerona) en 1956, está convencida de que, ahora, “todo irá muy rápido”, ya que el juicio está fijado para mediados de septiembre, “así que tendrán que volar con la exhumación si la jueza no dice otra cosa”.
Abel está “muy contenta” con el Estado, que figura como parte demandada como heredero del legado de Dalí -fallecido en 1989 sin dejar descendencia y su herencia pasó a manos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas de España y de la Fundación Gala Dalí-, por entender que se ha demostrado que la justicia funciona.
“Ahora puedo callar muchas bocas”, señaló, al tiempo que puntualizó que solo quiere que se conozca “la verdad” y que “lo que menos” le importa es el dinero de una supuesta parte que le correspondiese de la herencia de su padre.
La mujer admite que el auto que ordena la exhumación del cadáver ha sido “una sorpresa muy fuerte” y recuerda que se ha sometido a dos pruebas de paternidad, de las que no se conocen los resultados.
La primera fue en un laboratorio de San Sebastián de los Reyes (Madrid), en julio de 2007, con restos de piel y cabellos que quedaron pegados en una máscara de yeso que se hizo del pintor poco después de morir, y que llegó a sus manos, reseñó Efe.
La segunda tuvo lugar en París el 6 de diciembre de 2007 en el despacho de Robert Descharnes, colaborador y biógrafo de Dalí, para comparar las muestras de ADN que este conservaba del artista ampurdanés con las de Pilar Abel.
“Loca no estoy, pido un reconocimiento”, concluyó Abel sobre un caso en el que se personará además la Fundación Gala-Dalí, que ya ha anunciado que recurrirá el auto que ordena la exhumación.