Al menos 11 civiles miembros de una misma familia, entre ellos seis niños, murieron por la explosión de una mina activada al paso del carro en el que viajaban en la inestable provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán.
El incidente se produjo hacia las 11.00 hora local (06.30 GMT), en el distrito de Achin, afirmó a Efe el portavoz del gobernador de Nangarhar, Attaullah Khogyanai, en un fin de semana electoral en Afganistán por la celebración de elecciones parlamentarias.
“El coche privado repleto de civiles fue golpeado por una bomba de carretera y desafortunadamente en la explosión murieron 11 civiles, incluidos seis niños y una mujer”, detalló Khogyanai.
El gobernador de Nangarhar, Hayatullah Hayat, condenó en un comunicado el atentado y señaló que todas las víctimas eran civiles miembros de la misma familia.
Según el comunicado, la bomba fue colocada por “enemigos de la paz y el pueblo”, una referencia habitual a los grupos insurgentes activos en Afganistán, sobre todo los talibanes y el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que tienen su bastión afgano en Nangarhar.
Ningún grupo ha reivindicado el atentado, que se produce sólo dos días después de que los talibanes advirtieran a los civiles que por su seguridad no debían abandonar sus casas durante la jornada electoral que vivió Afganistán el sábado y que fue extendida en algunos colegios electorales el domingo tras problemas para abrir.
Los talibanes trataban así de boicotear unas elecciones parlamentarias que se producían con tres años de retraso y en la que los afganos debían elegir a los 250 diputados de la Cámara Baja, informa Efe.
El sábado al menos 27 civiles y 9 miembros de las fuerzas de seguridad murieron y otras 126 personas resultaron heridas por ataques talibanes, que también perdieron a 31 combatientes, según datos del ministerio de Interior afgano.