El astronauta Michael Collins, uno de los tres que viajó en el histórico vuelo del Apolo 11, la primera misión de aterrizaje lunar en 1969, murió este miércoles de cáncer a los 90 años.
Un comunicado difundido por su familia señaló que Collins había estado luchando contra el cáncer.
“Pasó sus últimos días en paz, con su familia a su lado. Mike siempre enfrentó los desafíos de la vida con gracia y humildad, y enfrentó este, su desafío final de la misma manera”, detalló la comunicación, publicada en Twitter.
Collins, Buzz Aldrin y Neil Armstrong (1930-2012) partieron de Cabo Cañaveral (Florida) el 16 de julio de 1969, a las 09.32 hora local, rumbo a la Luna como parte del programa Apolo de la NASA.
Desde allí despegó el cohete Saturno V que transportaba la nave con los tres astronautas que llegaron a la Luna el 20 de julio.
“Querido Mike, dondequiera que hayas estado o estés, siempre tendrás el fuego para llevarnos hábilmente a nuevas alturas”, expresó hoy en su cuenta de Twitter Aldrin, de 91 años y desde hoy el único sobreviviente de esa histórica misión.
“Hoy la nación perdió a un verdadero pionero y defensor de toda la vida de la exploración”, manifestó por su parte la NASA en un comunicado.
La agencia aeroespacial estadounidense señaló que como piloto del módulo de comando del Apolo 11, algunos lo llamaron “el hombre más solitario de la historia”, mientras sus colegas caminaban sobre la Luna por primera vez.
A diferencia de Armstrong y Aldrin, Collins nunca caminó sobre la Luna. Collins se quedó atrás y piloteó el módulo de comando mientras volaba en círculos por encima. Por eso, Collins era también llamado a menudo el “astronauta olvidado”.
La NASA subrayó hoy que Collins “ayudó a nuestra nación a lograr un hito decisivo” y recordó que también se distinguió en el Programa Gemini y como piloto de la Fuerza Aérea.
“Lo vamos a extrañar muchísimo. Sin embargo, también sabemos lo afortunado que se sintió Mike de haber vivido la vida que hizo”, expresó su familia en la nota.