La mina de carbón Cerrejón suspendió a partir del domingo sus operaciones, debido a un par de bloqueos de exempleados y la comunidad, que impiden el transporte del mineral y la llegada de insumos como el combustible, informó la empresa.
Cerrejón, propiedad en conjunto de BHP Group, Anglo American y Glencore, precisó que ante las dificultades declaró la fuerza mayor, por lo que quedan suspendidos temporalmente los contratos de sus trabajadores y de los contratistas.
“Cerrejón sufre en estos momentos dos bloqueos, liderados por personas ajenas a la compañía, que han impedido el transporte de carbón y la entrega de agua a las comunidades y que han imposibilitado la llegada de insumos esenciales para la operación minera”, precisó la empresa en un comunicado.
La minera ha tenido reiterados desacuerdos con las comunidades indígenas Wayuu de la región, así como con su sindicato más grande, que realizó una huelga de tres meses el año pasado.
La empresa explicó que el primer bloqueo, que inició el 5 de mayo, involucra a un grupo de extrabajadores desvinculados en febrero y que se encuentra sobre la línea férrea exigiendo su reintegro o indemnizaciones adicionales a las establecidas legalmente.
A ello se sumó otro el 20 de mayo, por miembros de la comunidad de Media Luna, que bloquearon la entrada a las instalaciones, exigiendo empleos y otras peticiones, impidiendo la salida de cualquier vehículo de puerto.
“La combinación de estos dos bloqueos ha provocado que la compañía se haya quedado sin el abastecimiento de combustible”, precisó Cerrejón en un comunicado.
Le puede interesar: Los jóvenes colombianos resisten en una protesta que “no es de nadie”
La situación de Cerrejón se produce en momentos en que el país atraviesa por una ola de manifestaciones a nivel nacional de casi un mes, en protesta contra las políticas sociales y económicas del Gobierno.
La producción de Cerrejón se desplomó un 51,9% el año pasado y las exportaciones se contrajeron un 48,2% a su cifra más baja en los últimos 18 años, por una reducción de la demanda, la caída de los precios, el impacto de la pandemia de COVID-19 y la prolongada huelga. Reuters




