Los gases de la atmósfera actúan de forma parecida a un invernadero: retienen el calor del sol e impiden que escape al espacio, provocando así el calentamiento global.
Alrededor de un tercio de los impactos climáticos son causados por el metano en la atmósfera, un gas de efecto invernadero mucho más dañino que el CO2, lo que genera un problema al que los países quieren poner coto con un nuevo paso dado hoy en la COP29 para reducir las emisiones procedentes de residuos orgánicos.
La COP29 ha impulsado una declaración para revertir las emisiones de metano de los residuos orgánicos. Ello sienta “un importante precedente” para abordar el problema del metano en el sector de los residuos, según han indicado a Efe fuentes de las negociaciones en la cumbre climática que se celebra en la capital de Azerbaiyán.
Aproximadamente el 20% de las emisiones de metano provienen de la industria de residuos, y de estos la mayoría está relacionado con restos orgánicos procedentes de alimentos, según los expertos.
Los gases de la atmósfera actúan de forma parecida a un invernadero:retienen el calor del sol e impiden que escape al espacio, provocando así el calentamiento global.
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Muchos gases de efecto invernadero se producen de forma natural en la atmósfera aunque la actividad humana contribuye de forma exponencial a su acumulación con unos niveles de calentamiento del planeta en la actualidad cuyos efectos son evidentes con catástrofes naturales cada vez más recurrentes.
Olas de calor, sequías seguidas de tormentas devastadoras e inundaciones, huracanes y aumento del nivel del mar por el deshielo de los polos son solo algunos de los efectos del cambio climático.
En la cruzada emprendida por los países contra el metano, la anterior COP o cumbre climática mundial celebrada en Dubái puso el foco para el control de emisiones de metano en los combustibles fósiles.
Para la próxima cita climática de los países que tendrá lugar en Brasil, la mirada se centrará en las emisiones de metano procedentes de la agricultura y sectores afines y cómo combatirlas, según los expertos.
De hecho, el ganado doméstico como las vacas, los cerdos o las ovejas son grandes productoras de metano como parte de su proceso digestivo habitual y la ganadería extensiva ha agravado el problema, según denuncian organizaciones ecologistas.
Cuando se almacena o se maneja el estiércol de los animales también se produce metano, un gas que aunque menos abundante que el CO2, está aumentando no solo por las emisiones de combustibles fósiles sino también con la producción masiva de alimentos, uno de los temas que han centrado hoy la jornada de la COP29.
El presidente de la COP29 y ministro de Ecología de Azerbaiyán, Mukhtar Babayev, ha participado en el evento “Reducción del gas metano de los residuos orgánicos para la acción climática”, en el marco de la COP29, en donde ha advertido del peligro del metano y del amento de emisiones de este gas procedentes de la industria de los residuos.
El problema surge cuando los residuos orgánicos se descomponen en vertederos, estanques abiertos y aguas residuales, ha añadido.
Según la Evaluación mundial del metano del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), para contener el calentamiento global en 1,5 °C, el mundo debe reducir las emisiones de metano de la industria de los residuos en un 30-35% para 2030 y aproximadamente en un 55% para 2050.
La Unión Europea, Estados Unidos de América y sus asociados forman parte de un compromiso mundial sobre el metano para promover la mitigación a corto plazo de sus emisines antropogénicas que involucra a más de un centenar de países que representan más del 70% de la economía mundial.
Su compromiso es reducir de aquí al 2030 las emisiones mundiales de metano en al menos un 30% con respecto a los niveles del año 2020.
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Los expertos piden vincular acciones de control del metano a las contribuciones determinadas que tendrán que presentar el año próximo los países con objetivos más ambiciosos para combatir el cambio climático y combatir el desperdicio alimentario, en línea con los compromisos del marco del Acuerdo de París.
Se necesitan además inversiones para proyectos de innovación de captura de metano de la atmósfera, con alianzas entre administraciones públicas y empresas privadas, según los expertos.
EFE
