Foto: Archivo Referencial
En el departamento de Putumayo, frontera con Perú, se reportó la masacre de seis personas que fueron encontradas con varios disparos de lo que aparentemente sería un fusil. Las víctimas de este múltiple homicidio fueron identificados como cinco jóvenes oriundos del municipio fronterizo de Puerto Leguizamo, además de otro ciudadano brasileño.
Según las primeras hipótesis, los autores de la masacre contactaron a estos jóvenes con falsas intenciones de negocio para que se transportaran desde territorio nacional hasta llegar al país peruano. Cuando se encontraron con quienes los habían solicitado en este lugar, fueron obligados a recostarse boca abajo en el suelo, ante de perpetrar lo que terminó con un terrible atentado.
Con respecto a la recuperación de los cuerpos de las víctimas, para poder realizar los peritajes necesarios en territorio colombiano, el inspector de Puerto Leguizamo, Mario Rosero, sostuvo que fue un complejo ‘viacrucis’ el poder traer a los colombianos y al brasileño, pues también podrían estar en riesgo sus vidas.
“Estaba la gente aquí en el muelle esperando qué autoridad iba hacer la recuperación de los cuerpos; ni la Armada, ni la Policía, me quisieron acompañar. Hablaban en mi contra, que, si yo iba para allá, a mí también me mataban”, señaló el funcionario.
Por otra parte, las autoridades encargadas han asegurado que este incidente podría significar un acto de ‘vendetta’ entre bandas criminales que delinquen en este departamento fronterizo, precisamente por el control de los territorios y del manejo del narcotráfico de marihuana y cocaína que se movilizan entre los grupos al margen de la ley de ambos países.
