Malasia registró este viernes un nuevo récord de contagios de la covid-19 y ya ha superado a India en casos per cápita en el actual rebrote mientras los médicos alertan de que los datos oficiales son mucho menores que los reales.
Las autoridades sanitarias informaron este viernes de 8.290 contagios, un nuevo máximo por cuarto día consecutivo, lo que sitúa el total desde el inicio de la pandemia más de 541.000 casos, incluidos unos 2.500 muertos.
Unas horas más tarde, el Gobierno anunció un nuevo confinamiento del país que limitará la libertad de movimiento y supondrá el cierre de la mayoría de negocios y empresas en el país entre el 1 y 14 de junio.
Desde el 20 de mayo el país ha registrado un aumento significativo de casos por esta nueva ola que comenzó, según los expertos, a principios de abril.
Malasia, con 33 millones de habitantes, ha superado a India y se encuentra por debajo de Nepal por la incidencia de casos activos por millón de habitantes (con 211,3 contagios frente a los 165,3 de India o 270,2 de Nepal, según la base de datos del portal “our world in data”), si bien la estadística malasia va en un rápido ascenso en contraste con el progresivo descenso de las otras dos naciones.
Las autoridades habilitaron de urgencia a mediados de mes nuevas habitaciones y hospitales de campaña para su posible uso en el trato de enfermos que necesiten cuidados intensivos y así evitar el colapso del sistema sanitario.
“Las morgues se están desbordando (…) A este sombrío escenario, se puede agregar el creciente número de pacientes que llegan muertos a los hospitales. La escena es apocalíptica”, denunció este viernes la asociación de médicos privados de Malasia que asegura que los contagios están muy por encima de las cifras oficiales.
Noor Hisham Abdullah, el doctor que lidera la respuesta de Malasia contra la pandemia, alertó a principios de semana que la extensa propagación de los casos podría derivar en un “crecimiento vertical” y pidió a la gente estar preparada “para lo peor” al recomendar “permanecer en casa” con el objetivo de evitar un posible contagio.
En el país se ha registrado en las últimas semanas casos con algunas variantes del virus, como las detectadas en India o Sudáfrica, que según los expertos son altamente contagiosas.
Aunque las autoridades implementaron desde antes de mediados de mes una serie de medidas de restricción social para evitar el aumento de casos, el primer ministro, Muhyiddin Yassin, ha evitado imponer un confinamiento estricto, como el ordenado entre marzo y mayo de 2020.
Malasia, que ha pactado la compra de 44.8 millones las dosis de la vacuna de Pfizer y 14 millones de la china Sinovac, ha vacunado con la pauta completa a cerca de 1 millón de personas o el 3,1 % de los casi 32 millones de habitantes.
Un ritmo de vacunación lento, pero que esperan aumentar a partir de la semana que viene con la inauguración del primer recinto de vacunacion masiva y prevén administrar hasta 150.000 dosis al día desde principios de junio, con lo que alcanzar al 80 por ciento de sus habitantes para febrero del 2022. EFE