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Los países de la Unión Europea acordaron este jueves que los Estados miembros puedan restringir puntualmente la movilidad en las fronteras internas y externas de la UE si la situación sanitaria lo requiere, pero se comprometieron a mantener abierto el espacio Schengen de libre circulación.
“Estamos totalmente convencidos que tenemos que mantener las fronteras abiertas para mantener el buen funcionamiento del mercado interior” pero “se pueden considerar restricciones en los desplazamientos no esenciales”, declaró el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, al término de una teleconferencia de líderes de los países de la UE. Efe
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, dijo que “las nuevas variantes se están extendiendo por Europa” y para identificarlas, los líderes acordaron “una nueva categoría, rojo oscuro” en el mapa de la UE que “muestre que en esa zona el virus circula a un nivel muy alto”.
Con la intención de “desincentivar” los viajes no esenciales en esa zona, se podrá exigir a los ciudadanos un test negativo antes de salir y la obligatoriedad de guardar cuarentena en el país de destino.
Sin embargo, estas restricciones, no deberían afectar a los trabajadores transfronterizos, si bien esa y otras medidas específicas, como si a esos viajeros que atraviesan diariamente una frontera para trabajar se les debe exigir un test, son aspectos que se debatirán “en los próximos días”, indicó la presidenta de la CE.
Antes del inicio de la reunión, el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) ya avaló la restricción de los viajes no esenciales, tras haber elevado el riesgo de contagio de las nuevas cepas de “alto” a “muy alto”.
En cuanto a las fronteras exteriores de la UE, la Comisión Europea propuso “medidas adicionales” como que se les pueda exigir también una prueba de diagnóstico negativa a quienes ingresen en el espacio comunitario en “viaje esencial”. Efe