Los antepasados primitivos de las ballenas tenían dientes “extremadamente afilados”, similares a los leones y los lobos, que utilizaban para devorar a sus presas, y no para filtrar sus alimentos, según un estudio.
El estudio de Museos Victoria y la Universidad Monash, ambas instituciones con sede en la ciudad australiana de Melbourne, contradice la teoría que apunta a que estos mamíferos prehistóricos solo usaban sus dientes para filtrar la comida y no para alimentarse.
La investigación precisa que los antepasados de las ballenas barbadas modernas, entre las que se encuentran la ballena franca austral y la ballena azul, mordían y cortaban sus enormes presas con sus dientes afilados en lugar de deslizarlos con sus barbas.
Las barbas de las ballenas, que pueden parecerse a un peine, consisten en unas láminas córneas y elásticas que tienen estos mamíferos marinos en sus maxilares y que utilizan para filtrar el plancton con el que actualmente se alimentan.
Desde la época de Charles Darwin los científicos han estado intrigados por la forma de cómo los misticetos, que son los antepasados de las ballenas barbadas modernas, hicieron este cambio evolutivo y pasaron de morder la presa con los dientes a filtrarla.
“Cuando evolucionaron a la filtración de comida, las ballenas cambiaron su biología alimenticia totalmente, incluso de una forma más radical que la que imaginamos ahora”, apuntó David Hocking, experto de Museos Victoria y la Universidad Monash, en un comunicado.
Una antigua teoría sugiere que las ballenas comenzaron a filtrar la comida con sus dientes cuando al cerrarse éstos formaron un zigzag que permitía a la vez atrapar la comida en la boca y que el agua circulara entre ellos, reseña Efe.