El libro escrito por el expresidente Juan Manuel Santos generó revuelo en varios sectores políticos previo a presentación el próximo martes, esto por tratar en él detalles sobre el proceso de paz y confesiones de su mandato que terminó en agosto del 2018.
El exministro Juan Fernando Cristo, aseguró que para los colombianos será necesario leer las más de 600 páginas del libro, ya que allí se relata el paso a paso de lo que fue la negociación y la firma del proceso de paz con las Farc, pacto que sin duda marcó un antes y un después en la historia de Colombia.
Cristo también dijo que la obra generará controversia principalmente en los opositores del acuerdo, pero que “eso está bien y más en esta coyuntura en la que está viviendo el país en la que insisten algunos sectores hacer trizas el acuerdo de paz que ha traído tranquilidad a muchas zonas del país”.
Sin embargo, completamente opuesto el senador José Obdulio Gaviria aseguró que este es “un compendio de mentiras”, ya que en él Santos denuncia que por medio de una llamada Gaviria le pidió interceptar las comunicaciones de Piedad Córdoba recibiendo una respuesta negativa.
Además, se conoció que en este libro el exmandatario contó los detalles de la reunión que sostuvo con el Papa Francisco en 2016 en la cual también participó Álvaro Uribe, calificándola como “un fracaso total”.
Según el relato de Santos, dicho encuentro que se dio luego de recibir su Nobel de Paz en Oslo, “podía servir para limar asperezas con Uribe y bajar la polarización del país” pero que esto no fue posible, pues cuando ambos estuvieron frente al sumo pontífice el ahora Senador se dedicó a detallar cada molestia frente al acuerdo de paz luego de que se habían cambiado algunas cosas en él tras la petición del uribismo y otros sectores políticos.
Igualmente, con el mayor de los detalles Santos contó “en un momento dado, el Papa me miró con una expresión de desconcierto, como queriendo decir “Esto no funcionó” y, abruptamente, cortó la exposición del expresidente para decirnos que agradecía mucho que hubiéramos ido a verlo y que las puertas del Vaticano y de la Iglesia siempre estarían abiertas para apoyar a Colombia. Con mucha prudencia y diplomacia, dio por terminada la reunión y nos despidió”.