Los esfuerzos de vacunación para combatir la pandemia corren el riesgo de dejar atrás a ciertos grupos de población vulnerables, como los migrantes, las minorías e incluso los presidiarios, según un informe de la Unión Europea (UE) publicado este miércoles.
El desconocimiento del idioma, la falta de acceso a las campañas de información, no disponer de tarjeta sanitaria o no estar considerado grupo prioritario, pese a estar expuesto a mayores riesgos de contagio, son algunas de las causas de esa situación, advierte la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la UE.
La FRA, con sede en Viena, afirma que las campañas de vacunación son importantes para que la sociedad retorne a la normalidad y la gente “recupere el acceso a sus derechos”.
Sin embargo, el director de la FRA, Michael O’Flaherty, alerta de que dentro de este inédito esfuerzo de vacunación existe el riesgo de “pasar por alto a grupos vulnerables”.
“Los países de la UE tienen que cuidar de que nadie se quede atrás, garantizando un acceso igualitario a las vacunas a través de todas las etapas de las campañas nacionales”, exige O’Flaherty.
El documento destaca varias lagunas en los programas de vacunación. Por ejemplo, que solo un tercio de todos los países de la UE han incluido a la población reclusa como grupo de riesgo, pese a las “condiciones de hacinamiento en prisiones y centros de detención”.
Especialmente vulnerables son también las personas sin hogar, debido tanto a sus malas condiciones de alojamiento, al hecho de que muchos tienen problemas médicos y a su limitado acceso a los servicios e información sobre salud.
Al igual que con la población reclusa, países como Austria, Alemania y Portugal, por ejemplo, incluyeron a los sin hogar en sus grupos prioritarios de vacunación.
Los migrantes en situación irregular, los solicitantes de asilo y los refugiados también tienen problemas de acceso a las vacunas en los países donde disponer de tarjeta sanitaria es un requisito, aunque la FRA reconoce que varios socios comunitarios han renunciado a esa exigencia.
La agencia de derechos de la UE destaca, por ejemplo, cómo Grecia no ha priorizado la vacunación en los hacinados campos de refugiados, argumentando que no había una especial propagación.
Otro problema que ha detectado la FRA es que, en muchos casos, las campañas de información sobre la vacunación solo están en el idioma nacional y ni siquiera hay material disponible para personas con discapacidad.
Esta agencia de la UE sostiene también que los casos de personas que se saltan los plazos y turnos,para ser inoculadas antes de lo que les correspondia han contribuido a dañar la confianza en la equidad de las estrategias de vacunación. Efe