Foto: @City_Xtra
En el minuto 45 del partido contra el Burnley, la rodilla izquierda de Sergio Agüero dijo basta. El argentino tuvo que ser sustituido al descanso y, aunque para su equipo la vuelta tras el coronavirus está siendo un camino de rosas, para él se ha convertido en un calvario.
Agüero, de 32 años recién cumplidos, solo pudo disputar los diez minutos finales contra el Arsenal. Lleva arrastrando problemas en la rodilla desde que se reanudaron los entrenamientos hace un mes y, pese a que este lunes salió de titular, no pudo aguantar más de 45 minutos contra el Burnley.
“No tiene buena pinta, ha sido algo en la rodilla”, incidió en rueda de prensa su entrenador, el español Pep Guardiola. “Mañana veremos mejor lo que tiene. Ha tenido problemas con ese dolor también el mes pasado”, añadió.
La alarma que lanzó Guardiola pronto la amplificó su padre, Leonel Del Castillo, en Radio la Red.
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“Se le trabó la rodilla. Ya le venía doliendo en la semana. Son los meniscos. Mañana le hacen una resonancia y ahí verán la gravedad. Calculan que el jueves o viernes lo operarían en Barcelona”, apuntó el progenitor de Agüero.
El problema llegaría para agosto, cuando el City se juega dos competiciones, la FA Cup y la Liga de Campeones, donde a los celestes aún les queda disputar su partido de vuelta de cuartos de final ante el Real Madrid.
En rueda de prensa, Guardiola también fue preguntado por esa posible baja. “Mañana veremos. Yo no soy doctor, pero no tiene buena pinta”, señaló el técnico español.
El padre fue más allá. “Con la resonancia se verá lo que tiene. Dice que la rodilla le bailaría si fuera una lesión más grave. Los médicos sabían que esto le podía pasar. Él de ánimo está bien, quiere operarse rápido para ver si llega a la Champions”, agregó.
Los problemas de rodilla no son nuevos para el Kun. A finales de la temporada 2017/2018 se tuvo que someter a una artroscopia en la rodilla que le tuvo 44 días en el dique seco, la, hasta la fecha, lesión más larga de su carrera. EFE