La magnitud de las pérdidas educativas causadas por el Covid-19 es “casi insuperable”, asegura UNICEF

Foto: UNICEF
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Este lunes se celebra el Día Internacional de la Educación justo cuando va a cumplirse el segundo año de una pandemia que ha impactado gravemente a la educación de los niños y jóvenes debido al cierre de las escuelas decretados por las cuarentenas.

Más de 635 millones de estudiantes siguen afectados por el cierre total o parcial de las escuelas, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, que asegura que para detener esta situación no solo es necesario reabrir las escuelas, sino ir más allá y dar un apoyo educativo intenso a los estudiantes.

“En marzo se cumplirán dos años de trastornos relacionados con la Covid-19 en la educación mundial. Sencillamente, estamos ante una escala casi insuperable de pérdidas en la escolarización de los niños”, dijo Robert Jenkins, jefe de Educación de UNICEF con motivo del Día Internacional de la Educación, que se celebra cada 24 de enero.

 Durante la pandemia, los niños han perdido las habilidades básicas de aritmética y alfabetización, destaca la agencia de la ONU.

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“Aunque hay que poner fin a las interrupciones del aprendizaje, no basta con reabrir las escuelas. Los estudiantes necesitan un apoyo intensivo para recuperar la educación perdida. Las escuelas también deben ir más allá de los lugares de aprendizaje para reconstruir la salud mental y física, el desarrollo social y la nutrición de los niños”, explicó.

En todo el mundo, la interrupción de la educación ha hecho que millones de niños hayan perdido de forma significativa el aprendizaje académico que habrían adquirido si hubieran estado en las aulas, siendo los niños más jóvenes y marginados los que han sufrido las mayores pérdidas.

El cierre de escuelas ha afectado también a la salud mental de los niños, ha reducido su acceso a una fuente regular de nutrición y ha aumentado su riesgo de abuso.

De hecho, cada vez hay más pruebas que demuestran que el cierre de escuelas ha provocado altas tasas de ansiedad y depresión entre los niños y los jóvenes, y algunos estudios revelan que las niñas, los adolescentes y los que viven en zonas rurales son los más propensos a sufrir estos problemas.

Otro dato llamativo señala que más de 370 millones de niños en todo el mundo se quedaron sin comer en las escuelas durante el cierre de éstas, perdiendo lo que para algunos niños es la única fuente fiable de alimentos y nutrición diaria.

Con información de ONU