La mafia que traficaba con medicamentos contra la COVID-19 en Ecuador

Ecuador

Foto: Anadolu

Ecuador es uno de los países de Latinoamérica más golpeados por la COVID-19. Hasta este lunes se han registrado 68.459 contagiados y 5.063 muertos por el virus, lo cual ha llevado al país andino a afrontar una crisis sanitaria y económica a la que ahora se suman casos de corrupción e irregularidades dentro de las dependencias de salud pública.

El caso más reciente de irregularidades apunta a Abraham Muñoz, un joven guayaquileño entrenador de pesas, quien fue apresado este sábado y es investigado por la Fiscalía del país por presunto peculado, por comercializar durante la emergencia sanitaria medicamentos donados a hospitales públicos para combatir la COVID-19 en pacientes infectados.

Entre marzo y abril, cuando Guayaquil registraba los índices más altos de contagios por coronavirus y tenía un sistema sanitario colapsado, varios ciudadanos se contactaron con Muñoz para adquirir las ampollas de Actemra o Tocilizumab que fueron utilizadas en hospitales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) para reanimar a pacientes con el SARS-CoV2.

Estos medicamentos, que fueron donados por laboratorios Roche a los hospitales del IESS, eran vendidos hasta en USD 1.200 por Muñoz, quien promocionaba estas ampollas en sus redes sociales, cuando el costo comercial normalmente bordea los USD 200.

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Julieta Sagnay, una doctora especializada en Psiquiatría y sobreviviente de la COVID-19, fue quien alertó a las autoridades sobre la venta de este medicamento en cajas que estaban marcadas con la frase: “IESS: Prohibida su venta”.

Un hermano de Sagnay se había puesto en contacto con Muñoz en los días en los que ella estuvo hospitalizada de gravedad a causa del virus. Sin embargo, no pudo adquirir el medicamento por falta de dinero en ese momento y su esposo tampoco le pudo comprar las ampollas directamente a los laboratorios Roche.

Una vez recuperada de la enfermedad, Julieta les facilitó el número de Muñoz a otros pacientes que se encontraban enfermos, pero conoció que los resultados no fueron igual que con ella. “Casi puse mi vida en manos de este delincuente ABRAHAM MUÑOZ, mi hermano buscaba desesperado la medicina y la vendían a USD 800 cada ampolla sin refrigeración, lo que explica por qué muchos fallecieron a pesar de conseguirla”, denunció Julieta en su cuenta de Twitter.

Tras el hecho, Sangay informó directamente a laboratorios Roche sobre lo ocurrido. “Si nosotros entregamos las pruebas, audios y videos a laboratorios Roche Ecuador sobre la estafa del Actemra, y este comunicó al IESS, pregunto: ¿por qué el IESS no denunció el robo de su propia medicina?”, cuestionó.

Ello llevó a que laboratorios Roche Ecuador emitiera un comunicado en el que afirma haber entregado toda la información, que incluye videos y fotografías, a las autoridades correspondientes. Anadolu