La India superó este viernes las 395 millones de dosis administradas, seis meses después del inicio de su ambiciosa campaña de vacunación contra el coronavirus, unas cifras que no alcanzan la meta que las autoridades se marcaron para agosto.
Hasta el momento, poco más de 316 millones de personas han recibido al menos una dosis de la vacuna y 79,2 millones la pauta completa, según los datos del Ministerio de Salud del país.
Pese a que en este último mes el gigante asiático superó en número de dosis a Estados Unidos, los números se encuentran todavía por debajo de las expectativas de este país de 1.350 millones de habitantes, que planeó la inmunización completa de 300 millones de personas en los primeros seis meses del programa.
Le puede interesar: Cannes, una plataforma para denunciar la situación en Colombia
Alcanzar esta meta, suponía inocular a un tercio de su población mayor de 18 años, que según datos oficiales es de casi 950 millones de habitantes.
En este sentido, la limitada disponibilidad de vacunas ha sido un factor clave en el avance de los números en un país que, pese a ser conocido como “la farmacia del mundo”, se ha visto desbordado ante la creciente demanda de dosis para su numerosa población.
De hecho, varios centros de Nueva Delhi y el estado occidental de Maharashtra, el más castigado por la virulencia de la pandemia, notificaron a principios de esta semana el cierre de varios centros de salud ante la falta de dosis.
La India dispone de tres preparados anticovid para llevar a cabo el plan de inminización: Covishield, la fórmula de AstraZeneca y el Instituto Serum de la India (SII); Covaxin, del laboratorio indígena Bharat Biotech; y la vacuna rusa Sputnik V.
Le puede interesar: La Torre Eiffel reabre al público tras ocho meses de cierre por la pandemia
Asimismo, la nación asiática autorizó a finales de junio el uso de emergencia de la vacuna estadounidense Moderna, convirtiéndose en el cuarto suero aprobado en el país, y que esperan que pueda contribuir a satisfacer la enorme demanda de vacunas.
Con poco más de 38.000 nuevos casos y 542 muertes en las últimas 24 horas, la India todavía sufre el impacto de la virulenta segunda ola que alcanzó su pico en la segunda semana de mayo, con más de 400.000 contagios y más de 4.000 muertes diarias.
El temor a una pronosticada tercera ola de infecciones para los próximos meses, y que varios expertos ya han catalogado de “inevitable” a causa de las nuevas variantes del SARS-CoV-2, ha llevado a acelerar el ritmo de inoculaciones en un país que ve en la inmunización la única salida para erradicar esta pandemia. EFE