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La Iglesia Católica volvió a expresar su rechazo al proyecto de ley para legalizar el aborto que será debatido la semana próxima en el Senado y oró para que los legisladores “no renieguen de sus convicciones más profundas” en defensa de la vida humana.
En una misa “por el cuidado y el respeto de la vida naciente” celebrada este sábado en la Basílica de Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina, el presidente del Episcopado argentino, monseñor Oscar Ojea, sostuvo que, en medio del “contexto excepcional” de la pandemia de la covid-19, la Iglesia no puede ocultar su “dolor” ante el proyecto de ley del aborto impulsado por el presidente del país, Alberto Fernández.
Ojea dijo en su homilía que en el escenario de crisis sanitaria, económica y social que vive Argentina “muchas cosas se han roto y necesitan ser sanadas”, pero advirtió no se puede “construir si se le suelta la mano al indefenso, si se desconocen los derechos al más débil y al más pobre”.
Recordó que cuando el recientemente fallecido expresidente uruguayo Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020) vetó en 2008 la ley del aborto en su país “no se basó en sus creencias, ya que se había declarado agnóstico, sino en la conciencia de un médico que sabe perfectamente cuando comienza el maravilloso acontecimiento de la vida humana y sabe que ha hecho un juramento para defenderla”.
El prelado pidió que la Virgen María detenga su “mirada sobre los legisladores que tendrán que decidir sobre un tema de delicadeza tan extrema” y provoque “en ellos una serena reflexión, tanto en sus mentes como en sus corazones” para que “no renieguen de sus convicciones más profundas”.
La iniciativa que impulsa el Gobierno ya fue aprobada el pasado 11 de diciembre en la Cámara Baja, con votos 131 a favor, 117 en contra y seis abstenciones.
El próximo martes el proyecto será debatido en el Senado, donde la votación se perfila muy pareja. Efe