La Agencia Europea del Medicamento (EMA) investiga el riesgo de desarrollar tromboembolismos con el preparado de Janssen, mientras continúa analizando otras tres vacunas de la covid-19, entre ellas la rusa Sputnik, para su posible uso en una Unión Europea (UE) dividida por el uso de AstraZeneca por el riesgo de trombos.
El comité de fármacos humanos (CHMP) tiene abierto un proceso de análisis en tiempo real de la vacuna estadounidense Novavax desde el pasado 3 de febrero; la alemana CureVac desde el 12 de febrero, y la rusa Sputnik V desde el 4 de marzo, pero ninguna tiene un calendario fijado para dar el paso de solicitar una licencia condicional de uso en la UE, como la otorgada a Pfizer/BioNtech, Moderna, AstraZeneca y Janssen.
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La EMA respaldó el 11 de marzo el uso de Janssen, filial de la estadounidense Johnson & Johnson, una vacuna que todavía no se está utilizando en la Unión Europea (UE) debido a los retrasos en la entrega de dosis por parte del laboratorio.
El regulador confirmó hoy que también está investigando esta vacuna, como ya pasó con AstraZeneca, tras cuatro casos graves de coagulación sanguínea posteriores a la vacunación con este preparado.
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La EMA analiza datos sobre esos cuatro casos de coagulación sanguínea inusual con bajas plaquetas en pacientes que habían recibido previamente esta vacuna, uno de ellos durante el ensayo clínico y tres durante el uso de Janssen en Estados Unidos, de los cuales, uno resultó en la muerte de la persona vacunada.
Se espera que las primeras inyecciones de esta vacuna monodósis lleguen a los países europeos a partir del 19 de abril, según anunció la propia farmacéutica. De momento, solo se está utilizando en Estados Unidos.