La ciclovía bogotana se creó en 1974 como una actividad deportiva y recreativa que le entrega a los ciudadanos la posibilidad de ejercitarse al aire libre en un espacio seguro, mientras recorren las principales avenidas de la ciudad.
Desde entonces, esta iniciativa recibe a un promedio de un millón y medio de colombianos y extranjeros que salen a correr todos los domingos y los días festivos de 7:00 a.m a 2:00 p.m. para desconectarse por unas horas del estrés que genera el día a día en una ciudad capital como Bogotá.
La ciclovía se ha convertido en un símbolo de los bogotanos que orgullosos se refieren a ella con una singular frase: “Bogotá, Bogotá no tiene mar, pero tiene ciclovía”.
Su organización e infraestructura permite recorrer los espacios de la ciudad de forma segura, pues cuentan con el apoyo de 230 Guardianes de Ciclovía que se pueden encontrar en los diferentes sectores y que, además de ser los responsables del corredor, ofrecen comida y bebidas refrescantes a los ciudadanos.
Durante el recorrido también se encuentran actividades adicionales para pequeños y grandes, así como puntos de hidratación para las mascotas, tiendas de accesorios deportivos, zonas recreativas para hacer aeróbicos y diferentes alternativas de gastronomía.
Para disfrutar de estos espacios deportivos es importante que los corredores lleven consigo bloqueador, agua, una gorra y los elementos que aporten a su seguridad.
Y como la música se ha convertido en el mejor aliado de las personas a la hora de correr y trotar, no sorprende que los corredores de hoy busquen entrenar con un set de audífonos inalámbricos que les permitan disfrutar de sus playlist favoritas de una manera más cómoda y sin enredarse con cables. Por eso, los auriculares Jaybird Tarah son una gran alternativa de entretenimiento, al tener todo lo que un corredor necesita.
Estos audífonos son, además, resistentes y duraderos para entrenar, con una calidad de sonido fantástica que da la oportunidad de disfrutar de una excelente calidad del audio; son a prueba de transpiración; ofrecen un ajuste deportivo y cuentan con un diseño minimalista y aerodinámico. El corredor que utilice los auriculares Jaybird Tarah y salga a disfrutar de la ciclovía bogotana mientras corre por las calles de la capital, no tendrá que preocuparse por quedarse sin carga, pues su batería tiene una duración de hasta seis horas. De hecho, podría salir a recorrer en la ciclovía cada domingo por un mes sin tener que cargar los audífonos.
En definitiva, la fuerza que ha tomado este espacio recreativo y deportivo en Bogotá ha sido tal, que con el pasar de los años se ha convertido en modelo para destinos turísticos nacionales e internacionales donde han replicado la actividad: Ciudad de México, Medellín, Barranquilla, Cali, Ibagué y Popayán, por nombrar algunos. En la capital colombiana el corredor vial sigue creciendo para brindar más actividades a los ciudadanos, por lo que se espera terminar 2019 con una ampliación de 144 kilómetros que permitirán la conexión con el costado occidental el cual se clasificará como el parque lineal más grande del mundo.