La cápsula Dragon, de la firma privada SpaceX, partió este jueves en la cúspide de un cohete reutilizable Falcon 9 rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI), tras despegar con éxito y a la hora prevista desde el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida, EE.UU.).
La que es la misión de abastecimiento al laboratorio orbital número 22 echó a andar a las 13.29 hora local (17.29 GMT) y 12 minutos después la cápsula finalmente se separó del cohete y comenzó su viaje con destino a la EEI, donde se prevé llegue poco después de las 05.00 del sábado, hora del este de EE.UU. (09.00 GMT).
Poco antes, y como estaba previsto, el propulsor del cohete Falcon 9 descendió sin contratiempos en una plataforma marítima colocada en el Atlántico, para su posterior reutilización.
En este caso, se trató del primer viaje para esta parte del cohete, que volverá a emprender vuelo en la tercera misión tripulada a la EEI que harán la NASA y la firma de Elon Musk, la Crew-3, prevista para el otoño de este año.
Tal como lo mostró la transmisión en directo de la NASA, en la parte trasera de la cápsula van enrollados dos grandes paneles solares desplegables, el primer par de un grupo de seis que reemplazarán a los rígidos y veteranos que actualmente posee el laboratorio orbital.
El primer par de paneles, denominados ROSA por sus siglas en inglés y cuya tecnología ya fue probada en la EEI en 2017, serán colocados este mismo mes durante caminatas espaciales.
Eso será el comienzo de un proceso para cambiar a los que empezaron a colocarse en el laboratorio orbital desde diciembre de 2000, a los que siguieron otros en 2006, 2007 y 2009.
Los seis nuevos paneles solares que la NASA va a empezar a colocar tienen un costo de 103 millones de dólares, unas dimensiones de 20 por 63 pies (6 por 19 metros) y, gracias a ellos, el sistema mejorado de la estación proporcionará alrededor de 215.000 kilovatios de energía. Efe