El verde la montaña se confirmó como el club de fútbol más laureado de Colombia. Tras vencer en la serie final a Deportes Tolima el domingo 26 de junio, alzó su estrella 17 en pleno y repleto Manuel Murillo de Ibagué donde se había preparado una fiesta con la ansiada cuarta estrella del vinotinto y oro al ritmo del bunde de Castilla para redondear el festival del folklore de la capital musical de América. Esa habría sido la primera en su feudo, porque las otras tres fueron en 2003 contra Cali, en Medellín 2018 frente a Nacional y en Bogotá 2021 despojando a Millonarios de su corona 16. Así que el conjunto antioqueño se puso a paz y salvo con la historia y con el equipo que se venía convirtiendo en su bestia negra. La diferencia de dos tantos en el juego de ida (3-1) con el golazo del año de Jerson Candelo de 60 metros, le permitía hasta perder por un gol, como al final ocurrió (2-1).
El gol de Barrera
A los 91 minutos un cobro de tiro de esquina de Yeison Guzmán, cuyo balón peinó en el aire el argentino Emanuel Oivera -con cargo de conciencia por su gol en contra- propició que el más bajito, Jarlan Barrera con la complicidad del lateral Junior Hernández, cabeceara para el grito soñado por cualquier jugador. Sí, fue el gol de su vida y del título esperado durante cinco años. El reloj dejó sin tiempo y capacidad de respuesta al local en medio de un sepulcral silencio en las tribunas. El equipo dirigido por el ibaguereño Hernán Torres precisaba de un gol más para llevar la definición al punto penal, pero el destino se empecinó en dejarlo con las manos vacías, como ocurrió un semestre atrás cuando cayó en la final ante Deportivo Cali. Aún los pijaos se lamentan del que pudo ser el 3-0 para ser campeón con la pena máxima mal cobrada por Daniel Cataño y bien atajada por el joven arquero de 22 años Kevin Mier, el héroe de los 180 minutos. En el juego de ida también había parado sendos remates constatando su perfil internacional y de Selección.
“Con un discurso simple y montañero, Hernán Darío Herrera se dedicó en cuatro meses tras la sucesión a Alejandro Restrepo, a unir el grupo y a fortalecer una familia con los futbolistas y los integrantes de su cuerpo técnico donde se dio el lujo de contar con la asesoría de Francisco Maturana y Carlos Restrepo. El estilo de juego no fue brillante, sino pragmático y eficiente”.
Dario Ángel Rodríguez
Al estilo Arriero
Con un discurso simple y montañero, Hernán Darío Herrera se dedicó en cuatro meses tras la sucesión a Alejandro Restrepo, a unir el grupo y a fortalecer una familia con los futbolistas y los integrantes de su cuerpo técnico donde se dio el lujo de contar con la asesoría de Francisco Maturana y Carlos Restrepo. El estilo de juego no fue brillante, sino pragmático y eficiente. Se adaptó en su sistema táctico y modelo de juego al desafío de cada rival. No le dio vergüenza replegarse y contraatacar, aunque también tuvo momentos de propuesta ofensiva. Así, fue avanzando desde el todos contra todos, pasando por el cuadrangular A superando al flamante Millos de Gamero, a Junior del mal perdedor Cruz Real y a Bucaramanga de Osma, para instalarse en el juego final y bajar la estrella 17 del firmamento futbolero. Y eso que el auténtico Arriero Herrera aceptó el contrato del equipo Sub 20, pero le calló la boca a un mal dirigente quien lo había enviado a caminar a la Plaza de Botero en Medellín donde van los desempleados.
El gol: Nacional aventaja a Millonarios y a América en dos títulos. Sumó su corona 31 en todas las competiciones donde se destacan las dos Copas Libertadores, la primera para el fútbol colombiano el 31 de mayo de 1989 contra Olimpia de Paraguay en El Campín y la segunda el 27 de julio de 2016 en el estadio Atanasio Girardot ante Independiente del Valle de Ecuador. No se puede negar: el verde es el verdadero Rey de Copas de Colombia.