Kim Jong-un encarga producción de motores de cohetes y cabezas de misiles

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El líder norcoreano Kim Jong-un ha ordenado durante una visita a un instituto científico militar la producción de más motores de cohetes de combustible sólido y cabezas de misiles, reveló hoy la agencia estatal de noticias KCNA.

Kim dio las instrucciones en el Instituto de materiales químicos de la Academia de ciencia militar, de acuerdo con el medio oficial norcoreano, que no reveló cuando se produjo la visita.

Este instituto fabrica las cabezas de los misiles balísticos intercontinentales y desarrolla materiales de compuestos de carbono para los motores de los cohetes.

Corea del Norte busca enriquecer su arsenal desarrollando cabezas capaces de realizar correctamente la reentrada atmosférica y con sistemas de guiado que le permitan alcanzar un blanco.

Desde hace años también busca desarrollar un mayor número de motores que funcionen con combustible sólido, que permite cargar los proyectiles más rápido y mantenerlos durante largas temporadas almacenados -por ejemplo, en silos subterráneos cuya localización es difícil detectar- y listos para disparar.

Esta visita de Kim supone la primera “inspección pública” llevada a cabo por el líder norcoreano desde el pasado 14 de agosto, cuando visitó el comando de la Fuerzas Estratégicas del Ejército Popular de Corea, la unidad operativa de misiles del país.

El pasado mes de julio Corea del Norte efectuó el lanzamiento de prueba de dos misiles intercontinentales capaces de alcanzar territorio estadounidense, lo que desencadenó una fuerte escalada de tensión en la región.

A principios de agosto la ONU castigó estos lanzamientos con un duro paquete de sanciones que llevó a Corea del Norte a amenazar con atacar EE.UU. a modo de represalia, una advertencia a la que respondió con un tono inusualmente beligerante el presidente estadounidense, Donald Trump.

Pyongyang reveló entonces un plan para bombardear el entorno de la isla de Guam, que alberga importantes bases de EE.UU., aunque la semana pasada templó algo los ánimos afirmando que observaría “un poco más” los movimientos de Washington antes de atacar, informa Efe.

La tensión sigue activa estos días ya que Corea del Sur y EE.UU. realizan hasta el 31 de agosto unas grandes maniobras militares que Pyongyang denuncia cada año como un ensayo para atacar su territorio.