JEP entregará respuesta ante declaraciones de Ingrid Betancourt

Ingrid Betancourt
Ingrid Betancourt | Foto: EFE

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En días pasados la exsenadora Ingrid Betancourt, presentó una carta a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), reclamando que el exgrupo guerrilero, ahora partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), no había dicho la verdad al Tribunal respecto a su caso.

La carta que envió Betancourt está dirigida a la magistrada Julieta Lemaitre, que pertenece a la Sala de Reconocimiento de Verdad, Responsabilidad y de Determinación de los Hechos y Conductas de la Justicia Especial para la Paz. Allí manifiesta que supo de las declaraciones del partido político por medio de un artículo de el periódico El Espectador, enfocando su molestia al enterarse por este medio de comunicación y no por canales institucionales.

En uno de los puntos que trata la carta, Ingrid manifiesta su malestar por la permisiva que da la JEP al partido FARC frente al uso del termino “retención”.

La excandidata presidencial manifiesta “Ellos hablan de “retención”, término preliminar aceptado por la JEP, que desafortunadamente incide sobre la valoración de la conducta punible al inferir que se trata de un procedimiento administrativo de carácter transitorio. Parece lógico que el término “secuestro” sea el apropiado pues indica un acto violento y delictivo de usurpación de vida”

La carta de Ingrid Betancourt tiene diferentes apartados, entre los que destacan:

1. “Las Farc presentan el secuestro como una actividad regulada por ellos mismos con lo cual invierten la responsabilidad del delito. Así pues, según ellos, mis intentos de fuga los obligaron a encadenarme y a someterme a otros castigos que mencionan parcialmente. Olvidan que yo estaba en derecho de buscar recobrar mi libertad. Resulta entonces acomodada la versión de hacer de las víctimas las responsables del maltrato al que nos sometieron.

2. No les corresponde a las Farc expedir certificados de buena conducta sobre sus víctimas. Ni a nosotras conformarnos con que lo hagan.

3. Las Farc se apropiaron de mi vida, de mi tiempo familiar y laboral, de mi recorrido político y de mi voz, para usarme como escudo militar, moneda de cambio y plataforma mediática. Ahora siguen haciéndolo, usándome para justificar sus comportamientos delictivos ante la JEP.

4. Dicen ellos que su intención al encadenarme era salvarme la vida. El mayor peligro que yo corría no eran los bichos ni la selva, eran ellos, su violencia, y su decisión de matarme —si era necesario, como me lo repetían—, y como les sucedió a los diputados del Valle.

5. Pretenden presentarse como una organización que escuchaba y atendía las solicitudes de los secuestrados. La verdad es que estábamos en manos de hombres y mujeres perdidos en la selva, sin Dios ni ley, que hacían con nosotros lo que les parecía. Con excepción de Joaquín Gómez (quien mejoró nuestras condiciones de cautiverio por unos meses), el secretariado llevaba una contabilidad fría y deshumanizada de nuestras vidas, cubriendo sistemáticamente los desmanes de su tropa, así como lo hacen hoy con este relato.

Ante esto, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), responderá hoy al documento presentado por Ingrid Betancourt, argumentando que la palabra “retención” no es una posición de la jurisdicción, sino el termino que fue utilizado en la declaración que realizó el partido FARC.