El ataque sin precedentes del sábado contra Israel tenía como objetivo restablecer la disuasión del país, estuvo dirigido a blancos militares.
Irán trata de contener las posibles consecuencias por su ataque con cientos de drones y misiles contra Israel con una ofensiva diplomática y a la vez advertencias a Washington y Tel Aviv.
El ataque sin precedentes del sábado contra Israel tenía como objetivo restablecer la disuasión del país, estuvo dirigido a blancos militares y se repetirá si Tel Aviv lleva a cabo nuevas acciones como el bombardeo del consulado iraní en Damasco.
Ese es el mensaje que el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, ha transmitido a sus homólogos de Rusia, Catar, India, Malta, Egipto, Arabia Saudí, Siria, Turquía, Alemania y la Unión Europea con los que ha hablado desde el ataque.
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“La República Islámica de Irán llevó a cabo operaciones mínimas y precisas contra centros militares del régimen israelí”, dijo Abdolahian este lunes a la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, en la última conversación diplomática de la que se ha informado.
El jefe de la diplomacia iraní aseguró que “si el régimen israelí quiere continuar sus aventuras, la respuesta será recíproca, inmediata y amplia”, de acuerdo con un comunicado de Exteriores.
Abdolahian criticó el apoyo alemán a Israel y dijo a Baerbock que “se centren en detener la guerra (en Gaza) en lugar de condenar las acciones iraníes”.
En una conversación con el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, el iraní afirmó que su país no ha tenido “más remedio que tomar represalias” contra Israel dada la inacción de Naciones Unidas y del Consejo de Seguridad tras el ataque de Damasco.
En ese ataque murieron seis sirios y siete miembros de la Guardia Revolucionaria, entre ellos tres generales.
Abdolahian aseguró a Borrell que tras el ataque del sábado “la cuestión está cerrada” para Teherán, pero insistió que si hay acciones de represalias israelíes no dudará en responder.
No busca tensiones
En esa línea, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Naser Kananí, insistió en que el ataque fue “necesario, proporcional y dirigido a objetivos militares” para crear “capacidad de disuasión”.
“Irán no busca aumentar la tensión en la región”, dijo Kananí en una rueda de prensa en Teherán.
Un mensaje que ya lanzó el representante iraní Saeed Iravani ante el Consejo de Seguridad: su país -dijo- “no tiene intención de entrar en conflicto con Estados Unidos en la región” y ha demostrado “compromiso con la paz, además de contención”.
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Horas antes de esa declaración, líderes iraníes como Abdolahian o el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, el general Mohamad Hosein Baqerí, advirtieron a Estados Unidos que Irán atacará sus bases en la región si apoya una respuesta israelí.
Por su parte, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional aseguró que el ataque del sábado fue “la menor acción punitiva necesaria para salvaguardar la seguridad y los intereses nacionales”, en un comunicado emitido durante la noche.
“Si el régimen israelí continúa sus malvadas acciones contra Irán, de cualquier manera, métodos o niveles, la respuesta será 10 veces más dura”, indicó el organismo presidido por el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, y cuyas decisiones deben ser aprobadas por el líder supremo de Irán, Ali Jameneí.
Reapertura de aeropuertos
En medio de toda la actividad diplomática, la Organización de Aviación Civil de Irán reabrió este lunes los aeropuertos, entre ellos los dos aeródromos de la capital, que cerró el día anterior tras los ataques contra Israel.
Así, el aeropuerto internacional de Imam Jomeini y el local Mehrabad de la capital, y los de las ciudades de Isfahan (centro), Shiraz (sur) y Bushehr (sur), además de varios más en el oeste del país, han retomado los vuelos en esta jornada.
Un aparente signo de que Irán no espera represalias inmediatas por parte de Israel.
EFE