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En el proceso que se adelanta en contra de Dagoberto Barraza, secretario de Educación del Atlántico, por presunta corrupción en el Programa de Alimentación Escolar (PAE), la Fiscalía General presentó pruebas en las cuales existe el registro de niños que fueron matriculados varias veces y también de otros infantes que no aparecen en el Sistema Integrado de Matriculas (Simat), un caso que bien podría llamarse “niños fantasma”.
“Se encontró a niños repetidos o de matrículas de estudiantes de 2015 y otros que no figuraban en el Simat. Las planillas para ese pago se rechazaron por la interventoría en primer momento, pero se valieron de las firmas falsificadas para cobrar la prestación del servicio”, explicó el ente judicial.
Barraza y otras tres personas, Uriel Eduardo Reyes, Félix Enrique Barrios y Emil Armando Pacheco, son investigadas por un contrato de $7.500 millones que estaban destinados a 20 colegios públicos en el departamento, lo que habría sido un dinero que finalmente no se destinó a la alimentación de los estudiantes y por el que presuntamente se beneficiaron algunas entidades sin ánimo de lucro, familiares y amigos de los implicados en el caso.
Por su parte, el ente acusador afirmó que Alejandro Hernández Vidal, quien se encuentra prófugo de la justicia por casos de corrupción, sería la cabeza detrás del millonario desfalco en este mismo plan en el período 2016-2018, ya que a su firma se adjudican 500 contratos desde el año 2012 y a su nombre aparecen facturas falsificadas con las cuales se habrían comprado alimentos, una situación que en realidad no fue así, porque las empresas que terminaron autorizando las supuestas compras eran industrias de construcción.
