La guerra en Ucrania ha obligado a desalojar a cerca de 100.000 niños de orfanatos, ya que estos centros se han convertido en posibles objetivos sensibles de los ataques rusos, e Italia se prepara para acoger al mayor número posible gracias a una cadena de solidaridad que está permitiendo rescatarlos y llevarlos a los países limítrofes.
Se trata de 98.000 menores que permanecían en 633 instituciones ucranianas, revela Marco Griffini, presidente de Ai.Bi, una de las principales organizaciones italianas autorizadas a realizar adopciones internacionales, en declaraciones a Radio Vaticano y Vatican News.
“Los que tienen familia se han reunido con ella y muchos huyen con sus madres, mientras los hombres permanecen en Ucrania; los demás se han desplazado porque los orfanatos ya no son lugares seguros”, dice Griffini, que explica que muchos de los niños acogidos en estos centros no son huérfanos, sino que sus familias sin recursos se los confiaron para garantizar su alimentación.
La organización ya ha “trasladado a Polonia a 16 huérfanos, que fueron alojados en una estructura cerca de Kiev, y esto está ocurriendo en otros lugares. Se han creado verdaderos corredores junto con la Cruz Roja para proteger a estos niños”.
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Ai.Bi. también trabaja en los campos de refugiados de Moldavia, donde los operadores ya han encontrado alojamiento para 15 familias con niños traumatizados por la guerra. “Allí donde hay municipios disponibles, conseguimos activar el acogimiento de menores no acompañados”, explica Griffini
Para eso, Griffini está organizando con familias italianas la manera de adoptar a los niños que se encuentran solos o de acoger a los que huyen con familiares y en los últimos días se ha reunido con varios ministros y organismos como Protección Civil para poner en marcha la acogida.
“Invitamos a todo el mundo a proporcionar casas y alojamiento a las madres con hijos”, dijo Griffini, “mientras que para los menores no acompañados estamos dando preferencia a las familias que ya han adoptado o acogido, porque ya tienen experiencia en la acogida de un menor que no es suyo”.
En solo unos días, Ai.Bi ha recibido ya más de 700 inscripciones de familias que quieren ofrecer acogimiento. “Todas las asociaciones están experimentando esta misma respuesta. El director de la Defensa Civil, Fabrizio Curcio, me dijo que su centralita está inundada de miles y miles de llamadas telefónicas de familias que dicen estar dispuestas a acoger refugiados”, añadió.