Debido a los cierres viales, joven decidió trazar en bicicleta más de 4.000 km

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Foto: Archivo particular

Un estudiante griego que cursa sus estudios en la ciudad escocesa de Aberdeen decidió emprender un viaje hasta su país natal en bicicleta, después de que la pandemia de COVID-19 le impidiese trasladarse en avión.

Tras comprobar que los puentes aéreos que el Reino Unido estudia con otros países europeos tardaban en llegar, Kleon Papadimitriou, de 20 años, decidió emprender este trayecto de más de 4.000 kilómetros con su bicicleta, una tienda de campaña y una mochila repleta de latas de conserva y mantequilla de cacahuete.

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Según contó este miércoles Papadimitriou al diario The Times, sus planes de pasar el verano con su familia se vieron frustrados cuando la pandemia impuso restricciones al transporte, así que viendo que llegaba la fecha en que tenía que volar y eso no iba a ser posible, decidió embarcarse en este viaje a través de seis países, lo que le llevó siete semanas.

“Empezó como una broma porque me gustan las aventuras. Pero luego comencé a estudiarlo para ver si era realmente posible y cuando descubrí que no podía volar a casa decidí ir en bicicleta”, afirmó este estudiante de Ingeniería electrónica en la Universidad de Aberdeen (ciudad en el norte de Escocia).

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Partió el 10 de mayo, viajó en bicicleta desde el noreste de Escocia hasta el noreste de Inglaterra, donde tomó un ferry en dirección a los Países Bajos.

Desde allí transitó por Alemania, Austria e Italia, donde aprovechó para visitar Venecia, que en estos meses ha visto reducido su elevado número de turistas, y desde allí cogió otro ferry hacia el puerto griego de Patras.

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Una vez en suelo heleno, pedaleó hasta Atenas donde su familia y amigos lo recibieron con una corona de laurel y una pancarta en la que celebraban la consecución de su reto. El joven señaló que hubo momentos complicados y arriesgados durante la travesía, pero aseguró que nunca consideró darse por vencido.

“A veces el neumático de la bicicleta explotaba dos o tres veces al día. Eso no solo me llevaba mucho tiempo, sino que también me afectaba a la moral. Fue una lección que tuve que aprender a gestionar. Además tuve que aguantar nieve, granizo y un calor intenso durante el camino”, relató. EFE