Una mujer fue asesinada este martes en Francia por su exmarido, que le disparó en las piernas en plena calle y después de que se cayera al suelo le echó un líquido inflamable y la quemó viva, según indicaron hoy las autoridades locales.
El suceso, que ha provocado una indignación generalizada en el país, tuvo lugar en Mérignac, una localidad cercana a Burdeos, escribió en Twitter Harmonie Lecerf, adjunta en la alcaldía de esa ciudad.
La víctima tenía 31 años y era madre de tres niños de entre tres y once años, uno de ellos en común con el agresor.
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Según el digital “Actu17”, el hombre, quien ya había sido condenado en 2020 por violencia conyugal, incendió primero la casa en la que todavía vivían juntos, a pesar de estar legalmente separados.
La mujer consiguió salir, pero él la siguió y disparó al menos dos veces con un fusil, y posteriormente, todavía viva, la roció con el líquido inflamable y la quemó.
Su cuerpo quedó calcinado y los primeros elementos de la investigación apuntan que fue disparada en las rodillas.
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La Fiscalía de Burdeos detalló en un comunicado este miércoles que el ataque se produjo a las 18.10 (16.10 GMT), en un momento en que los menores no estaban en casa.
El agresor fue detenido una media hora después en una localidad cercana con un fusil, una pistola de gas y cartuchos.
El hombre, de 44 años, había sido condenado en junio de 2020 por el Tribunal Correccional de Burdeos a 18 meses de cárcel, nueve de ellos exentos de cumplimiento, por violencia conyugal. En ese primer incidente la víctima todavía era su esposa, pero se separaron después del juicio.
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La Fiscalía ha abierto ahora una investigación por homicidio voluntario y destrucción mediante un incendio.
