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El gobierno de la región de Bruselas quiere aplicar a los conductores de Uber las mismas reglas que a los servicios de alquiler de coche con conductor, entre ellas la prohibición de aceptar la recogida de pasajeros sobre la marcha con teléfonos inteligentes.
En la práctica, esto supone impedir los fundamentos mismos del servicio que ofrece Uber, que permite a los usuarios reservar un traslado en coche a través de una aplicación móvil y a los conductores aceptarlo de forma inmediata también con sus teléfonos.
El gobierno de la región bruselense, dónde se encuentra la capital y la única del país dónde opera Uber, quiere aplicar desde este lunes las regulaciones sobre el alquiler de vehículos con conductor que datan de 1995, según publica el diario “La Libre Belgique” y recogen varios medios belgas.
Estas estipulan que todas las reservas deben hacerse al menos tres horas antes del traslado y prohíben utilizar los servicios de geolocalización de un teléfono móvil, con lo que al aplicarlas se impediría de facto a los 2.000 conductores de Uber en la región prestar el servicio.
El ministro presidente de Bruselas, el socialista Rudi Vervoort, explicó en una entrevista con la radio pública RTBF que el problema es el uso del teléfono durante los trayectos; es decir, aceptar viajes sobre la marcha.
“Es el sistema en sí mismo lo que es condenable. La cuestión es saber qué futuro queremos dar al transporte de personas en Bruselas. La competencia puesta en marcha por Uber no es soportable a largo plazo”, dijo.
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Si no se respeta la prohibición, los conductores se arriesgan a ver confiscado su vehículo, a ser objeto de actuaciones judiciales, a una sanción administrativa o incluso a la retirada temporal o definitiva de su autorización para prestar un servicio de alquiler de vehículos con conductor.
Por su parte, Uber Bélgica ha considerado “incomprensible” que se tomen medidas contra sus conductores sobre la base de una regulación que esta siendo examinada por el tribunal constitucional belga, según un representante de la empresa citado por medios locales.
“Llamamos al ministro-presidente a respetar el trabajo de la corte constitucional y a esperar la decisión”, dijo.
En 2019, un tribunal belga determinó que UberX respetaba la legislación de transporte de personas de la región de Bruselas puesto que no presta un servicio de taxis, sino que conecta a conductores individuales que tienen licencias de alquiler de vehículos con chófer (VTC) con usuarios.
Rechazó asimismo que los conductores fuesen empleados de la empresa estadounidense.
La corte desestimó así las demandas presentadas por la Federación Belga de Taxi (FeBet), que –como otras asociaciones del sector en Europa– considera que Uber ejerce una competencia desleal y recurrió esta sentencia en 2020 ante la corte de apelación belga.
El pasado enero, este tribunal decidió plantear dos cuestiones prejudiciales al Constitucional belga sobre la cuestión, pero mientras este se pronuncia Uber puede seguir operando. EFE