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El presidente Jair Bolsonaro ha defendido en los últimos meses la hidroxicloroquina como la panacea que ayudaría a Brasil a vencer a Covid-19 y debería ser adoptada por la población tanto para tratar la enfermedad causada por el nuevo coronavirus como para la prevención.
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Ahora, el presidente está probando sus propias creencias. Desde que anunció que contrajo el nuevo coronavirus, Bolsonaro también dijo que usó hidroxicloroquina, asociada con el antibiótico azitromicina, como tratamiento.
Al anunciar el resultado positivo en una entrevista televisada el martes, el presidente también dijo que ya había tomado dos dosis de la droga. Más tarde, publicó un video en las redes sociales tomando la tercera dosis. “Confío en la hidroxicloroquina, ¿y tú?”, Dijo.
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La contaminación de Bolsonaro es un símbolo de la respuesta fallida del gobierno a la epidemia del país. Más de 1.7 millones de personas en Brasil dieron positivo por coronavirus y casi 68,000 murieron, un número que deja al país solo detrás de los Estados Unidos.
Fuerte crítico de las determinaciones de aislamiento social y cierre de acuerdos, Bolsonaro, de 65 años, no dejó de celebrar eventos, incluso participó en varias manifestaciones a favor de su gobierno, evitó usar máscaras tanto como pudo y minimizó la epidemia varias veces, yendo tan lejos como para llamar a Covid-19 una “gripezinha”.
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En su manual para combatir la epidemia, la hidroxicloroquina y la cloroquina se han transformado de tratamientos no probados en una pieza central.
Ambas drogas se han utilizado durante décadas para tratar la malaria y las enfermedades autoinmunes. Algunos países han autorizado que los medicamentos se prueben en pacientes con Covid-19, y ciertos médicos incluso han reportado resultados alentadores. Reuters
