Varias familias indígenas siguen confinadas en el municipio de Murindó, Antioquia, por los enfrentamientos entre grupos armados ilegales, principalmente entre el Clan del Golfo y ELN, por el control territorial de la zona.
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“La situación es de muy alto riesgo porque la siembre indiscriminada de minas antipersona por parte del ELN y las AGC”, señaló el Defensor de Derechos Humanos, Óscar Yesid Zapata.
De acuerdo con la Organización Indígena de Antioquia, ya son 10 los miembros de las comunidades indígenas que han perdido la vida como consecuencia de las minas antipersona.
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El Defensor de Derechos Humanos le hizo un llamado a la fuerza pública para que haga presencia en la zona lo antes posible y puedan controlar la situación por la cual, según se ha denunciado, las familias indígenas estarían pasando hambre, puesto que no salen de sus viviendas por miedo a quedar en el cruce de disparos o pisar alguna mina.
