La presencia e importancia de historias de la comunidad de lesbianas, gaIs, bisexuales y transgénero (LGBT) en las producciones de televisión aumentó en 2017 gracias a destacados personajes de lesbianas, varios de ellos protagonizados y escritos por latinas.
“Desde que leí el guion de ‘One Day at The Time’ sabía que Elena, mi personaje, era gay”, contó a Efe Isabella Gómez, protagonista de una de las series más exitosas de Netflix durante 2017 y que estrena su segunda temporada el 26 de enero de 2018.
“Sabía que tendría impacto”, dijo la actriz colombiana de 19 años. Sin embargo, no esperaba que formara parte integral de una “conversación nacional y familiar” sobre la identidad sexual de la gente. “Es algo emocionante y muy importante”, añadió.
La decisión de Elena Álvarez, de 15 años en la serie, de manifestar públicamente su homosexualidad forma parte de la mayor camada de personajes LGBT que ha visto la televisión estadounidense, en todas sus plataformas, según un estudio de GLAAD, una de las principales organizaciones del país que ayuda a dar visibilidad a los derechos de los homosexuales.
“Es un avance que hemos registrado paulatinamente en las dos décadas que venimos evaluando la representación de la comunidad LGBTQ en los medios”, indicó a Efe Mónica Trasandes, directora de los programas en español de GLAAD.
“Se ha registrado tanto en los canales abiertos, de cable y en los servicios de ‘streaming”, aseguró.
Según el informe de GLAAD, en 2017 el 44 % de los personajes regulares de las series de TV eran mujeres, un aumento del 10 % en relación a 2015. Sin embargo, señalaron como un gran logro la cantidad inesperada de personajes en contextos familiares y en programación dirigida a familias y adolescentes.
En “One Day at The Time”, Elena pasa toda la temporada explorando su identidad sexual. Su familia, compuesta principalmente por su madre (Justina Machado) y su abuela (Rita Moreno) la van acompañando con aceptación, la primera, y con dificultad, la segunda.
“El proceso está basado en las experiencias de dos de nuestras guionistas”, indicó Gómez, quien aseguró que “especialmente de Michelle Badillo”.
Parte de la cuarta temporada de la serie de la cadena Fox “Brooklyn Nine-Nine” se centró en la “salida del closet” como bisexual de su protagonista, la detective Rosa Díaz, la reacción de sus padres, quienes no la toman en serio, y la aceptación de sus colegas en la estación de policías.
La historia salió al aire semanas después de que Stephanie Beatriz, la actriz argentina que interpreta a Rosa, anunciara en Twitter que era bisexual.
“Para mí es muy importante encarnar un personaje bi en la televisión”, dijo Beatriz a Variety pensando en la relevancia de que los adolescentes pueden identificarse con Rosa, una mujer que es excelente en su trabajo y tiene una buena vida.
Las series de superhéroes “SuperGirl” y “Gotham” tienen personajes secundarios lesbianas, lo mismo se registra en el éxito latino “Jane the Virgin”, las comedias “The Mindy Project” y “American Housewife”, el drama policial “NCIS: New Orleans” y el drama médico “Code Black”, entre otros.
Para Trasandes resulta muy emocionante que 20 años después de la controversia que causó la decisión de la comediante Ellen DeGeneres de declararse gay y expandir su sexualidad a su personaje en la serie Ellen, las historias LGBT en la televisión no solo sean aceptadas sino celebradas.
Un ejemplo de ello fue el premio Emmy a mejor guion de comedia que recibió en septiembre pasado la actriz y guionista Lena Waithe, junto con el creador de la serie “Master of None”, Aziz Ansari, por el capítulo “Thanksgiving”, en el que su personaje revela a su madre que es lesbiana y el proceso de adaptación de la misma a la noticia.
Al recibir el premio, Waithe, la primera afroamericana en recibir este premio, dedicó el galardón su emotivo discurso de aceptación a la comunidad LGBT, a la que pertenece, informa Efe.
Aunque se celebran los avances, Trasandes subraya que todavía queda mucho trabajo por hacer, como incrementar la diversidad étnica y económica de los personajes LGBT, así como la duración de sus historias, pues, en promedio, casi el 70 % eran blancos, el 15 % afroamericanos y el 8 % latinos.