Hallan los cadáveres de 215 niños que fueron enterrados en una escuela residencial canadiense

Foto: Anadolu
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Los restos de 215 niños fueron encontrados enterrados en una escuela residencial canadiense, confirmó este jueves la asociación indígena Primeras Naciones Tk’emlúps te Secwépemc.

Este descubrimiento fue calificado como “impensable” por el jefe de la asociación y los cuerpos fueron encontrados con la ayuda de un especialista en radares de penetración terrestre, informó Global News.

El área fue cerrada mientras continúa la búsqueda de más cuerpos.

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La jefa Roseanne Casimir dijo que la comunidad tenía “conocimiento” de que había niños, algunos de tan solo tres años, enterrados en la antigua Escuela Residencial Indígena Kamloops, en la provincia canadiense de Columbia Británica.

“Buscamos una manera de confirmarlo con el más profundo respeto y amor por esos niños perdidos y sus familias, entendiendo que Tk’emlúps te Secwépemc es su lugar de descanso final”, dijo Casimir en un comunicado de prensa.

“Con acceso a la última tecnología, el verdadero conteo de los estudiantes desaparecidos traerá algo de paz y un cierre a esas vidas perdidas y sus comunidades de origen”, aseguró.

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Aún no se sabe cómo murieron los niños.

Kamloops fue una de las escuelas residenciales más grandes de las 130 que existen en Canadá.

Estas escuelas comenzaron a funcionar en la década de 1830. Hasta 150.000 niños indígenas fueron separados de sus padres y llevados a estas escuelas, a veces por la fuerza, en un intento por erradicar su cultura.

Las escuelas estaban dirigidas por varios organismos religiosos, incluidos los católicos romanos y los anglicanos, y luego quedaron a cargo de Gobierno canadiense.

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Está bien documentado que muchos de los niños fueron abusados ​​física y sexualmente, incluso sentados en sillas eléctricas y obligados a comer su propio vómito, informó la Canadian Broadcasting Corporation.

La última de estas escuelas se cerró en 1997.

En 2008 se estableció una Comisión de la Verdad y la Reconciliación que recorrió el país para escuchar los testimonios de sobrevivientes de escuelas residenciales y de sus familias.

La comisión calificó estas escuelas como una forma de genocidio cultural, término con el que estuvo de acuerdo el primer ministro, Justin Trudeau.

El Gobierno ha pagado más de 3.000 millones de dólares canadienses a las víctimas.