El director de orquesta Gustavo Dudamel, afirmó sobre su Venezuela natal: “No se puede imaginar cómo me duele mi país. A pesar de estar viajando por el mundo, soy demasiado venezolano”.
Dudamel, que ofrecerá el viernes en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela (noroeste de España), habló con los periodistas a los que respondió sobre la situación política en Venezuela.
“No se puede imaginar cómo me duele mi país. A pesar de estar viajando por el mundo, soy demasiado venezolano”, aseveró antes de añadir que ve a Venezuela sumida en un momento de “mucho ruido”, en vez de aprovechar sus potencialidades para crecer y dar bienestar a todos sus ciudadanos.
“Lo más importante en este momento es encontrar esos puntos de encuentro, esos puntos de unión para que Venezuela pueda nuevamente encaminarse por un sendero de productividad y de paz”, consideró Dudamel.
El mejor homenaje -concluyó- para todos los muertos en el conflicto es “buscar el camino para salir” del mismo.
En el concierto del viernes, Dudamel dirigirá la “Novena sinfonía”, de Beethoven, que ha definido como “la mejor obra para un encuentro como este”, una melodía a favor de la fraternidad y la solidaridad en una ciudad “emblemática” y “milenaria”, reseñó Efe.
“Cuando se hace masivamente -un recital de música clásica-, cobra una dimensión importantísima”, que coincide de lleno con la intención de Dudamel de hacer extensivo el arte a toda la población y permitir que forme parte del desarrollo de todos los individuos.