Jackeline Polo lleva ocho días con molestias físicas producidas por la covid-19, enfermedad que se ensañó con su familia y que el pasado 1 de abril le arrebató a Juan, su padre, y diez días después a su sobrino Kelvin mientras su hermano Marlon y un hijo de éste permanecen en la UCI con pronóstico reservado.
La familia de Jackeline, enfermera de la ciudad colombiana de Barranquilla, vive el drama de muchas a las que el coronavirus ha golpeado de manera catastrófica. Hasta el momento doce de sus parientes se contagiaron, de los cuales dos murieron.
“Mi hermana, mi cuñado, mi hermano, mi cuñada, mis dos sobrinos, la esposa de uno de ellos, mi hija, mi mamá y ahora yo, estamos infectados”, cuenta Jackeline entre lágrimas por el profundo dolor causado por la pérdida de su padre Juan y su sobrino Kelvin.
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Desde su residencia en Barranquilla en donde se mantiene aislada, Jackeline le contó a Efe por teléfono el drama familiar en una ciudad que, con 1,4 millones de habitantes, acumula 137.561 contagios y 3.532 fallecidos a causa del coronavirus.
En Barranquilla ha sido particularmente fuerte este tercer pico de la pandemia ya que en los últimos 54 días murió el 36 % de todas las víctimas de la covid-19 en la ciudad. Los fallecidos pasaron de 2.232 a 3.532 en menos de dos meses, mientras que los contagios casi se duplicaron al pasar de 71.154 a 125.398.
Otra familia duramente golpeada es la de Joice Manuel Mercado, quien contó a Efe que trece miembros de su familia se contagiaron y tres fallecieron.
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“La primera con covid fue mi tía, que tenía 87 y padecía Alzheimer. A ella el hijo la llevó a vacunar y al otro día empezó a presentar síntomas como malestar y fiebre, por lo que tuvieron que internarla en una clínica en donde estuvo casi un mes antes de fallecer después de que había salido de cuidados intensivos y pasado a cuidados intermedios”, explica.
Mercado añade a su relato: “No habíamos acabado de enterrar a mi primo de 60 años, que era taxista y que cuando se agravó por el covid lo tuvieron que trasladar a Bogotá, en donde murió -porque en Barranquilla no había unidades de cuidados intensivos-, cuando también falleció mi otro tío de ochenta años”. EFE





