Expertos insisten en cuidar la salud en el posconfinamiento

Un grupo de personas consume alimentos al aire libre en la plaza del Chorro de Quevedo en Bogotá (Colombia). EFE/ Carlos Ortega/Archivo
Un grupo de personas consume alimentos al aire libre en la plaza del Chorro de Quevedo en Bogotá (Colombia). EFE/ Carlos Ortega/Archivo

Foto: Archivo

Como consecuencia del temor al contagio del COVID-19, durante el confinamiento las personas dejaron de consultar a las instituciones de salud, aumentando el riesgo de no tener diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno, que influye significativamente en el desenlace clínico de los pacientes. Por esta razón, tras los anuncios del Gobierno nacional y Distrital, se reanudan las cirugías programadas, todos los exámenes diagnósticos para prevención y detección y se mantiene, como siempre ha estado, el servicio para urgencias.

La interrupción de los servicios médicos son una amenaza para la población, especialmente para la salud de las personas que viven con enfermedades, además, de los pacientes con síntomas desarrollados o aún sin mayor evidencia derivando en afecciones graves.

Sin ir más lejos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades no transmisibles cobran anualmente 41 millones de vidas en promedio, lo que equivale al 71% de todas las muertes en el mundo. Según un estudio de la OMS publicado en junio, durante la pandemia, globalmente se interrumpieron los tratamientos de cáncer en un 42% y de enfermedades crónicas un 63%. Asimismo, disminuyó un 31% la atención de emergencias cardiovasculares.

En contraste, como afirma el Dr. Santiago López, gerente médico de la Clínica del Country y Clínica La Colina: “las instituciones y los profesionales de salud hemos maximizado las medidas de bioseguridad, para continuar la atención de pacientes de todas las patologías, pues el retraso de un diagnóstico o un tratamiento podría reflejarse en complicaciones posteriores y/o en patologías más graves, a diferencia de cuando hay un diagnóstico y tratamiento oportunos. Estamos para las personas para siempre cuidarlas”.

Existen grupos de pacientes que no deben interrumpir controles y tratamientos médicos, entre éstos se encuentran los pacientes oncológicos que deben continuar las quimioterapias programadas y las futuras madres, que deben asistir a controles y exámenes pre-natales. De igual forma, todos los pacientes que en los últimos meses han presentado síntomas asociados a alguna afección y/o enfermedad. 

Reactivación de cirugías programadas

Desde el 28 de agosto se reactivaron los procedimientos quirúrgicos, los cuales se habían aplazado debido a la pandemia. Es importante tener presente que todos los procedimientos quirúrgicos se programarán a partir de las indicaciones del especialista, aunque se priorizarán a los pacientes con procedimientos de mayor urgencia, pacientes oncológicos, pacientes que sean ambulatorios o requieran estancias menores de 48 horas. Para los pacientes oncológicos o mayores de 70 años se solicitará prueba COVID.

 “Ahora que la ciudad ha entrado en una fase de post confinamiento, es un momento para que las personas retomen el cuidado de su salud, vuelvan a sus controles médicos y reprogramen las cirugías y los exámenes que pospusieron durante el confinamiento. Muchas personas han ignorado dolores y síntomas por temor al contagio del COVID-19, pero en las instituciones de salud hemos tomado todas las medidas necesarias tanto organizacionales, como para todo el equipo asistencial y administrativo que hacen parte de las clínicas para atender a los pacientes con la mayor seguridad” afirma Gloria Molina, gerente general de la Clínica del Country y Clínica La Colina.

Cabe resaltar que los servicios de urgencias siempre han estado ahí para quien los necesite y no se debe nunca, bajo ninguna circunstancia, dejar de consultarlos si es una urgencia vital. De acuerdo con el Dr. López, estos son los principales motivos por los cuales se debe acudir con celeridad a un servicio de urgencias:

  • Signos y síntomas de un accidente cardiovascular: desvanecimiento, parálisis facial o dificultad para hablar, entumecimiento súbito, confusión, dificultad para ver o para caminar o dolor de cabeza fuerte.
  • Desmayos, mareos o debilidad en general.
  • Lesiones o traumas en la cabeza, extremidades o columna.
  • Accidentes de tránsito.
  • Signos y síntomas de un ataque cardíaco: dolor o presión en el pecho, dolor en un brazo, en el estómago, la espalda o la mandíbula; asfixia, náuseas o mareos.
  • Dolor súbito o de gravedad.
  • Vómitos o diarrea graves y/o persistentes y/o deshidratación.
  • Sangrado repentino y que no se puede detener.

Desde antes que llegara la pandemia al país, las clínicas y los hospitales han ajustado sus procesos de atención para evitar la propagación del virus en todos sus servicios: como cirugía, hospitalización, exámenes diagnósticos y urgencias. Estos servicios en los casos que son posibles, cuentan con accesos y rutas de atención independientes para garantizar el aislamiento de los pacientes positivos de COVID-19, para así brindar seguridad y comodidad. De igual forma, las Clínicas se mantendrán alineadas con las determinaciones que tomen los Gobiernos nacionales y locales sobre la reactivación de los servicios de salud; también, mantendrán su capacidad hospitalaria para atender a quienes tengan síntomas asociados al nuevo Coronavirus.