Estudian hábitos de tiburón martillo en Isla del Coco y montes submarinos

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Científicos informaron de los primeros resultados de un estudio que pretende conocer más acerca de los hábitos de los tiburones martillo en las aguas de la costarricense Isla del Coco y los montes submarinos cercanos.

En una expedición a la isla efectuada del 23 de mayo al 3 de junio pasados, los investigadores colocaron en un tiburón martillo bautizado con el nombre de “Sylvia”, un transmisor acústico con el fin de seguir sus movimientos durante tres meses.

En ese lapso, Sylvia visitó cinco puntos alrededor de la Isla del Coco, así como los montes submarinos vecinos, reveló la investigación en la que participaron las organizaciones Fins Attached Marine Research and Conservation, el Centro Rescate Especies Marinas Amenazadas, Turtle Island Restoration Network, Mission Blue y Ocean First Education.

Los investigadores, que llevan a cabo otra expedición a la zona este mes, creen que esta especie permanece por meses en aguas de la Isla del Coco, donde encuentra abundancia de alimentos, y luego emprende grandes migraciones por el Corredor Marino del Pacífico Tropical Este que comparten Costa Rica, Panamá, Colombia y Ecuador.

“Es necesario mejorar el conocimiento sobre la importancia de los montes submarinos para las migraciones de tiburones, en particular el tiburón martillo, y abogar por políticas regionales que brinden protección adecuada a los mismos”, afirma el estudio.

El texto agrega que al ser este tiburón una especie incluida en el Apéndice II de la Convención de Especies Migratorias (CMS), Costa Rica “debe buscar la mejor coordinación regional para garantizar la protección y sobrevivencia”.

“Se pretende que la información científica obtenida mediante el marcaje acústico de estos depredadores tope pueda ser utilizada en el mejoramiento y la creación de estrategias eficaces para la conservación y el manejo de estas especies críticamente amenazadas”, concluye el informe.

La Isla del Coco, de 23 kilómetros cuadrados y ubicada a 530 kilómetros al oeste de la costa de Costa Rica, fue declarada por la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad en 1997, debido a su gran riqueza natural, especialmente la que habita en el mar, informa Efe.

Una de las mayores amenazas que enfrenta este parque nacional es la pesca ilegal.