El Ejército de Liberación Nacional hizo “un pobre balance” del primer mes del cese del fuego bilateral acordado con el Gobierno, y denunció “amenazas”, el “asesinato de líderes sociales” así como persecución política contra las fuerzas alternativas críticas.
El grupo califica de “hecho histórico” el que por primera vez en 53 años de lucha armada “se silencian los fusiles guerrilleros”.
El Eln subraya que fracasó el objetivo acordado con el mandatario de Juan Manuel Santos de “mejorar la situación humanitaria de la población” y aduce que en octubre aumentaron las amenazas y el asesinato de líderes sociales a la par que recrudeció lo que consideró “tratamiento de guerra que el régimen da a la protesta social”.
Reitera así mismo su compromiso de continuar buscando que concluya “la persecución política contra las fuerzas alternativas críticas del régimen, para que sin temor y con garantías las colombianas y colombianos, podamos participar en decidir los destinos del país”.
Y aboga por la participación ciudadana para conseguir una solución política del conflicto armado y propone “construir una visión común de paz, que propicie las transformaciones para la nación y las regiones”, reporta Efe.
Acusa, en su balance, a las élites dominantes de seguir manteniendo la lucha política en el camino de la polarización, lo que subrayan, dificulta el objetivo de “reducir la intensidad del conflicto”.
Por último recoge que no se produjeron incidentes armados entre las partes durante el primer mes del alto el fuego bilateral y argumenta que se debe a la voluntad del Eln de evitarlos pese a que tropas colombianas han irrumpido en territorios donde anteriormente no operaban.
“Estas operaciones ofensivas incumplen lo pactado en el acuerdo de cese y lo colocan en grave riesgo”, concluye la valoración que es firmada por la Delegación de Diálogos del Eln.
