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La Bundesliga ha regresado, la jornada 26 se completará entre hoy y mañana, y eso ha producido alivio en los clubes mientras que dentro y fuera del mundo del fútbol ha recibido críticas al retorno en medio de la pandemia.
El regreso, pese a la anomalía de las estadios vacíos, se puede calificar de logrado. No hubo incidentes. Todos los responsables cumplieron los protocolos de prevención fijados y no se presentaron las aglomeraciones fuera de los estadios que algunos temían.
La celebración de los goles del Hertha contra el Hoffenheim generaron -los jugadores se abrazaron- alguna irritación, pero la Liga Alemana de Fútbol (DFL) se apresuró a aclarar en un comunicado que no abrazarse no forma parte del plan de prevención.
Se trata, se aclaró, sólo de una recomendación. A la larga, los jugadores tienen en todo caso contacto físico durante los partidos y han sido sometidos a repetidos test de coronavirus para el regreso.
Pese al regreso, que es calificado por muchos como la recuperación de un pequeño trozo de normalidad -aunque en condiciones poco normales- , entre los aficionados al fútbol hay escepticismo ante el retorno. Los ultras, sobre todo, desde que se empezaron a fraguar los planes, repitieron hasta la saciedad que el fútbol sin espectadores no es fútbol.
Las organizaciones de ultras al final terminaron aceptando el regreso, aunque advirtiendo que no se debían utilizar recursos como ruidos artificiales para simular la presencia de espectadores en los estadios. La advertencia reiterada de parte de la DFL de que sin partidos a puerta cerrada morirían parte de los clubes parece haber reducido un poco la resistencia.
Sin embargo, si se habla con aficionados, muchos siguen si hacer amistad con el fútbol de la pandemia. “El derbi sin fútbol no es derbi, hubiera sido mejor no jugarlo”, dijo un hincha del Borussia Dortmund a la Segunda Cadena de la Televisión Alemana (ZDF) tras el triunfo de su equipo ante el Schalke en el derbi del Ruhr. EFE