Foto: EFE
Puede que el panorama de las calles en la ciudad de Cartagena sea igual que en el de las otras capitales del país, e inclusive del mundo, sin embargo, la capital del departamento de Bolívar también representa el turismo colombiano, por lo que su panorama baldío permite entender otra de las consecuencias que viene dejando el coronavirus a su paso.
Decenas de habitaciones en los hoteles de la ciudad amurallada, bares, restaurantes, playas y carreteras tienen el mismo ambiente, la soledad que deja la presencia del COVID-19 en nuestro país, por lo que cientos de turistas y residentes deben permanecer en sus casas para evitar que la propagación de los casos detectados por esta enfermedad aumente.
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En las playas, donde se acostumbra ver a miles de personas disfrutando del bellísimo panorama que deja consigo el mar, tiene actualmente un situación poco usual, y es que las conocidas sombrillas donde se ubican los turistas se encuentran replegadas, y en la arena de la costa se posan las gaviotas que por la gran cantidad de muchedumbre, pocas veces duran tanto tiempo en estos terrenos.
Sin embargo, muchos de los habitantes nacionales de esta ciudad dependen del comercio, el turismo, las ventas y la concurrencia de turistas en sus diferentes establecimientos, por lo que este es un claro ejemplo de que la pandemia del coronavirus traerá consigo no solo estragos en la salud, sino también un duro camino de recuperación por parte de la economía colombiana.
