Las autoridades egipcias ejecutaron este lunes a nueve condenados a muerte por el ataque contra una comisaria que dejó 13 policías muertos durante los disturbios después del golpe de Estado contra el presidente islamista Mohamed Mursi, en julio de 2013, informaron fuentes de seguridad y ONG.
Los 9 islamistas fueron ejecutados en la horca después de que el Tribunal de Casación confirmara su sentencia a muerte en 2018 por haber matado a trece policías en el ataque contra la comisaría de Kerdasa, al sur de la capital egipcia, indicó a Efe una fuente de seguridad, que pidió el anonimato.
Por su parte, la organización Amnistía Internacional (AI) rechazó hoy las ejecuciones contra nueve personas, incluido un hombre de 82 años, en un juicio que se llevó a cabo de manera “injusta”, dijo en un comunicado el director de Investigación de Amnistía para Oriente Medio y el Norte de África, Philip Luther.
“La ejecución de nueve personas de hoy es una demostración escalofriante del desprecio de las autoridades egipcias por el derecho a la vida y sus obligaciones en virtud del derecho internacional”, señaló Luther.
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Según un informe publicado la semana pasada, AI indicó que Egipto triplicó su cifra anual y se convirtió en el tercer país que más ejecuciones acometió el pasado año, con 107.
El caso de Kerdasa se remonta a septiembre de 2013, cuando el asistente del director del Director de Seguridad de la provincia de Guiza, general Nabil Farag, falleció junto a 12 policías durante enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y seguidores de Mursi, que asaltaron la comisaría y rechazaron reconocer a las nuevas autoridades después del golpe de Estado militar.
Kerdasa, considerada un feudo histórico de islamistas, estuvo tomada durante un mes por grupos radicales hasta que las fuerzas de seguridad lanzaron una operación para recuperar su control en septiembre de 2013.
Cientos de personas han sido condenadas a pena de muerte en Egipto desde el derrocamiento de Mursi, así como la mayoría de los dirigentes del grupo islamista Hermanos Musulmanes, al que pertenece el expresidente.