El Gobierno estadounidense de Joe Biden tiene previsto volver a vetar a sus Fuerzas Armadas el uso de minas antipersona, dando marcha atrás a una decisión de la Administración de Donald Trump, que las reautorizó en 2020.
Así lo aseguró este jueves la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, durante un debate del Consejo de Seguridad para discutir acciones de desminado y contra restos explosivos.
“El presidente Biden ha sido claro: tiene intención de dar marcha atrás a esta política y hemos empezado una revisión justamente para hacer eso”, señaló Thomas-Greenfield sobre la decisión de Trump.
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El anterior Gobierno de EE.UU. revocó en enero de 2020 una prohibición de usar minas antipersona establecida en 2014 por la Administración de Barack Obama, que limitaba el uso de ese tipo de armamento únicamente a la península de Corea.
El Ejecutivo de Obama había anunciado además su intención de adherirse a la Convención de Ottawa, el tratado internacional que prohíbe el uso de este armamento, aunque Estados Unidos nunca llegó a firmarlo, como tampoco lo han hecho otras potencias como China o Rusia, entre otros países.
Durante su campaña, Biden había prometido dar marcha atrás a la política de Trump sobre minas antipersona, pero por ahora ésta continúa en vigor y así lo hará mientras se lleva a cabo una revisión de la misma, según dijo esta semana el Pentágono.
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En su discurso de este jueves en la ONU, Thomas-Greenfield quiso dejar claro que el objetivo de esa revisión es volver a prohibir el uso de este tipo de armamento, tras cierta incertidumbre creada por comentarios recientes del Departamento de Defensa.
La embajadora estadounidense subrayó los devastadores efectos que las minas antipersona siguen teniendo en muchos países, recordando que en 2019 hubo en el mundo más de 5.500 muertos y heridos por este tipo de armas, la mayoría civiles y muchos de ellos niños.