Síndrome de la soledad en el empresario: un obstáculo para el crecimiento de las pymes

Foto: Archivo
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Uno de los retos más importantes que enfrentan quienes crean empresa en el país es el síndrome de la soledad empresarial. A menudo, los empresarios que están a cargo de pymes deben enfrentarse a una serie de decisiones y tareas en áreas como la financiera, la estratégica, la administrativa y la legal. Todo esto con equipo de trabajo mínimo, muchas veces, insuficiente. 

Esa saturación de trabajo cotidiano en áreas que no siempre son conocidas por los empresarios, impide que estos proyecten sus negocios hacia el futuro y por lo tanto. Como resultado, los negocios y sus dirigentes terminan atrapados en el día a día, sin posibilidad de proyección. Para la muestra, un ejemplo:

Alejandra que tiene un restaurante en Medellín. Su sueño es montar una cadena con puntos en las principales ciudades del país. Por ahora tiene una sola sede: el primer eslabón. Para abrirlo, Alejandra tuvo que acudir a la inversión de familiares y a sus propios ahorros y enfrentarse a retos logísticos, legales y administrativos que desconocía. Aunque Alejandra no ha perdido la fe en su meta final, el día a día de su primera sede la absorbe toda y le impide proyectarse hacia donde quiere.

“No tengo idea de cómo agrandar mi negocio. Siento que llegamos a un momento donde sobrevivimos y estamos bien, pero no sé cómo plantear una estrategia que me asegure el crecimiento”, afirma Alejandra, quien, además de la operación del restaurante, tiene que encargarse de temas administrativos, legales y tributarios, supervisar la logística y estar encima de cada paso de su pequeño equipo de trabajo.

Como Alejandra, miles de empresarios en Colombia, –dueños de pymes–, se enfrentan día a día a la disyuntiva de mantener sus negocios a flote en el presente y proyectarlos hacia el futuro. “El proceso de crecimiento de una empresa es complejo porque, en principio, la mayoría de esfuerzo y planeación viene de una o pocas personas. A través de esta soledad comienza el círculo vicioso de la sobrecarga de trabajo que le dificultará al empresario tomar decisiones acertadas y proyectarse hacia el futuro, pues toda su capacidad está enfocada en sobrevivir al hoy”, afirma Andrés Villegas, CEO de VILIV.

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¿Cómo superar el síndrome de la soledad?

El síndrome de la soledad en el empresario fue detectado por VILIV, la plataforma que acompaña a los empresarios para que alcancen todo su potencial. Para Andrés Villegas, CEO de VILIV, existen tres maneras para que el empresario pueda crecer y superar dicho síndrome:

  • 1. Enfocarse en lo realmente importante
  • Ante una multitud de micro tareas diarias, es muy fácil perder la perspectiva de futuro de su negocio. Aunque esté rodeado de pequeñas tareas, concentre sus energías y sus esfuerzos en los clientes y proyectos con mayor potencial. Busque dentro de su equipo (o fuera de él) personas idóneas que lo ayuden con tareas cotidianas. En un bote es importante remar, pero también tener una dirección clara. Enfóquese en su norte y busque un equipo que reme a su lado.
  • 2. Busque canales de crecimiento que sean afines a sus clientes objetivos
  • Existen muchos canales que pueden ayudarlo a crecer en su empresa. Pero si tiene un equipo pequeño y trata de abarcarlos todos, va a perder la oportunidad de aprovechar los que realmente le sirve. Identifique cuál es ese canal que lo va a ayudar a crecer ¿Son las grandes superficies? ¿Es el comercio en línea? ¿O es mejor sumarse al canal de ventas de un tercero? Analíce dónde está su segmento objetivo y concéntrese en él.
  • 3. Aprenda a delegar
  • Delegar es una de las maneras más estratégicas para acelerar el crecimiento. “El miedo a dejar que otros colaboren, es muy normal y a muchos nos pasa, porque significa “soltar el control”, confiar en otra persona, invertir en crecimiento, arriesgarse a cometer errores, todo esto da miedo. La cuestión es que si nunca nos permitimos ayuda extra, el límite somos nosotros. Porque si tenemos que ocuparnos de todo, siempre acabaremos haciendo del trabajo diario una prioridad, Y no tendremos tiempo para pensar en cómo crecer, planificar el futuro y crear cosas nuevas”, concluye Andrés Villegas.