El rol comunitario que ejercía Doña Tuta le costó la vida
La lideresa y defensora de derechos humanos, Jesusita Moreno, también conocida como Doña Tuta, luego de haber recibido en repetitivas ocasiones amenazas de muerte y sobrevivido a ciertos atentados, el 7 de junio a sus 60 años de edad perdió la vida.
El desafortunado hecho se presentó en el barrio La Floresta ubicado en la ciudad de Cali en el departamento del Valle del Cauca, donde mientras la mujer se encontraba en su lugar de residencia fue abordada por unos hombres armados que a sangre fría le propiciaron una serie de disparos, terminando así con la labor que desempeñaba en el departamento del Chocó en defensa de comunidades negras e indígenas.
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De acuerdo con información de El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ), la mujer formaba parte de la comunidad de Noanamá, ubicada en Istmina, territorio que hace parte del Consejo Comunitario General del San Juan en el departamento del Chocó,
Ante el hecho, la Defensoría del Pueblo emitió la AT 001/22 para quienes habitan la ciudad de Cali, “en la cual señala que la intimidación por parte de los actores armados intenta afectar los procesos sociales de reclamación de derechos colectivos, además de silenciar la denuncia”.
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Por otro lado, manifestaron que es alarmante el aumento del accionar por parte de grupos locales que operan bajo subcontratación para acciones de sicariato.
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