El imponente discurso de Gustavo Petro desde el balcón de la Casa de Nariño

Imagen cortesía: EFE
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Desde el balcón de la Casa de Nariño adornado con la bandera de Colombia, Petro defendió sus reformas sociales antes miles de personas.

El presidente Gustavo Petro aseguró este martes que las reformas presentadas por su Gobierno, especialmente la de salud que acaba de radicar ante el Congreso, buscan construir un bienestar social en el país ya que los derechos son para todos, no para “quien pueda pagarlos”.

Acompañado de su esposa, Verónica Alcocer, y de Antonella, su hija menor, Petro se dirigió desde un balcón de la Casa de Nariño adornada con la bandera nacional a una multitud congregada en la Plaza de Armas en la jornada de socialización y pedagogía de las reformas convocada en todo el país.

Aunque el Gobierno esperaba una afluencia masiva, la convocatoria quedó diluida. En las principales ciudades del país se reunieron seguidores del presidente y en Bogotá no se logró llenar la Plaza Bolívar donde se esperaba otra multitud en la primera vez, después de la posesión, que Petro se volvía a encontrar con sus votantes.

“Hemos visto cómo se ha degradado la democracia (…) cómo nos hemos acostumbrado a que tengan que ser atendidos sin médicos ni enfermeras las señoras que quedan embarazadas en las regiones y barrios pobres de Colombia, a que la desnutrición crezca”, lamentó Petro.

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El mandatario agregó “que el médico, la operación y la medicina están para una parte de la sociedad colombiana pero no para la totalidad de ciudadanos”.

BIENESTAR SOCIAL

En este sentido, defendió que “el bienestar social se construye si garantizamos derechos universales, no que una parte de Colombia pueda comer y otra no, que una pueda estudiar, que una pueda tener tierras y otra no, una que pueda tener salud y otra no”.

“El derecho no es para quien pueda pagarlo y para quien no pueda pagarlo no”, insistió.

Enseguida defendió que las reformas de su Gobierno pretenden “que un joven pueda ir a la universidad, que un viejo pueda tener una pensión y un plato de sopa caliente en un lugar digno para vivir, significa que una trabajadora pueda tener estabilidad laboral (…) que cualquier familia en cualquier lugar del país pueda tener la visita regular permanente de un médico”.

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“Con esa simpleza se enmarcan las reformas, no estamos presentando negocios desde el Estado”, explicó el presidente colombiano recordando que el Ejecutivo tramitará ante el Congreso “tres reformas tienen que ver con derechos fundamentales de la gente”: la reforma pensional, la reforma laboral y la recién radicada reforma de la salud.

Esta última “trata de unos temas fundamentales” y recoge la “enorme lección” que dejó la covid-19: “si no hay un sistema de prevención somos más vulnerables a la muerte. Colombia nunca ha tenido un sistema preventivo de salud”, dijo.

“Prevenir significa que la casa tenga cerca médicos, centros de salud”, y no solo en Bogotá, sino en todas las regiones del país, algo que no existe hoy, en palabras de Petro, ya que “la salud se ha fragmentado en relación a la capacidad de pago”.

“No hay salud para el mundo rural de este país”, lamentó el mandatario tras hacer una radiografía del sistema sanitario actual colombiano, y “eso hace que la muerte sea más para unos que para otros”.

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LA REFORMA DE SALUD

La reforma del sistema de salud, que ha causado polémica en el país, pretende, según el Gobierno, un principio de universalidad, la instauración de un sistema preventivo y predictivo, recursos para garantizar la sostenibilidad y dignificar a los trabajadores del sector.

En este contexto, el Gobierno quiere transformar el sistema sanitario para fortalecer la atención primaria y también llevar la atención a los “territorios abandonados”, esas comunidades remotas donde actualmente el centro de atención más cercano está a varias horas en lancha o en mula por caminos escarpados.

Las críticas vienen de que se trata de una reforma integral que pretende quitar poder a las actuales Entidades Promotoras de Salud (EPS), las empresas privadas que se encargan de gestionar los recursos para la salud, y también de cuestionamientos de cómo sostener financieramente un sistema mucho más público.