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Diego Forlán y Gustavo Munúa, dos viejos conocidos de la afición española, pasarán de sus duelos en los terrenos de juego como delantero y portero, respectivamente, a liderar los dos banquillos más exigentes del fútbol de Uruguay -junto con el de la selección-, los de Peñarol y Nacional.
Ambos dejaron huella en los clubes respectivos en los que jugaron en España y ahora buscarán hacerlo como técnicos en los dos enemigos eternos del balompié uruguayo.
El delantero Diego Forlán, cuyo fichaje por el Peñarol se confirmó este viernes, llegó al Villarreal procedente del Manchester United en la temporada 2004-2005 y permaneció en el club levantino hasta 2007.
Con el “submarino amarillo”, como se conocía a aquel inolvidable equipo dirigido por el chileno Manuel Pellegrini entre 2004 y 2009, en el que, además de “Cachavacha”, llegó a jugar el argentino Juan Román Riquelme, Forlán ganó la Copa Intertoto (2004), fue Bota de Oro europeo (2004-2005), Pichichi de la Liga española (2004-2005) y se convirtió en el máximo goleador de la historia del club (2007).
Además, recibió el Trofeo Efe al mejor jugador latinoamericano de la Liga española al final de la temporada 2004-2005.
Al comienzo de la campaña 2007-2008 fichó por el Atlético de Madrid. En las pocas gradas que aún resisten a la demolición del Estadio Vicente Calderón aún resuena el grito “u-ru-gua-yo” que se puso de moda a partir de su paso por el club colchonero y que, tras su marcha, permaneció para animar a sus compatriotas Diego Godín -ya también fuera de la entidad madrileña- y José María Giménez.
En el Atlético de Madrid jugó hasta 2011, después de volver a ser Pichichi y Bota de Oro europeo (2008-2009), de ganar una UEFA Europa League (2008-2009), una Supercopa de Europa (2010) y de convertirse en uno de los 10 máximos goleadores en Primera División en la historia del club rojiblanco, además de ídolo eterno para la fiel afición colchonera.
El también exjugador del Independiente argentino, Manchester United inglés, Inter de Milán italiano, Inter de Porto Alegre brasileño, Cerezo Osaka japonés y Peñarol uruguayo afronta su primera experiencia como técnico y arranca por el fuerte desafío de volver a conquistar el título local que este año le arrebató Nacional.
En el caso del guardameta Gustavo Munúa, su trayectoria en España abarcó una década, en la que jugó en el Deportivo de La Coruña entre 2003 y 2009, el Málaga (2009-2010) y el Levante (2010-2013).
Además, ha entrenado a dos equipos en España, el Deportivo Fabril (2017-2018) -filial del Deportivo de La Coruña- y el Cartagena, al que estuvo entrenando durante un año y medio hasta este viernes y al que deja como líder del grupo IV de la Segunda División B.
Munúa había sido jugador del Nacional entre 1996 y 2003, cuando llegó a la competición española, que abandonó en 2013 para firmar un año por el italiano Fiorentina y después regresar al conjunto “tricolor” (2014-2015) para acabar su carrera futbolística en casa.
En ese momento dio el salto a los banquillos y lo hizo en “su” club durante la temporada 2015-2016 y posteriormente pasó por el Liga de Quito ecuatoriano.
Durante los años que coincidieron en la Liga española se enfrentaron en cinco ocasiones y solo en una de ellas el delantero batió al guardameta. Fue el 6 de enero de 2008, cuando el Atlético de Madrid venció 0-3 al Deportivo de La Coruña y Forlán anotó uno de los tres tantos rojiblancos.
En los otros cuatro encuentros en los que coincidieron (Deportivo 1-Villarreal 1, 10 de abril de 2005; Málaga, 3-Atlético de Madrid, 0, 30 de agosto de 2009; Atlético de Madrid, 0-Málaga, 2, 31 de enero de 2010; y Atlético de Madrid, 4-Levante, 1, 24 de abril de 2011) no hubo más tantos de “Cachavacha”. Sí se da la circunstancia de que Munúa marcó un autogol tras un saque del rojiblanco Raúl García en este último partido.
A partir de la próxima temporada, los duelos entre el exdelantero y el exguardameta se darán en los dos banquillos más exigentes del fútbol de Uruguay, con la excepción hecha del que ocupa el “Maestro” Óscar Washington Tabárez al frente de la Celeste. Efe
