Detectan por tercera vez ondas gravitacionales predichas por Einstein

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Científicos detectaron por tercera vez ondas en el espacio procedentes de agujeros negros que colisionaron a miles de millones de años luz de la Tierra, un descubrimiento que confirma una nueva técnica para observar eventos cataclísmicos en el Universo, indicó un estudio publicado el jueves.

Estas vibraciones, conocidas como ondas gravitacionales, fueron predichas por Albert Einstein hace más de 100 años y detectadas por vez primera en septiembre de 2015. Son generadas por objetos celestes enormes que colisionan y se fusionan, provocando ondas a lo largo del espacio y tiempo.

La última detección ocurrió el 4 de enero de 2017. Láseres gemelos en Luisiana y Washington registraron las tenues vibraciones de dos agujeros negros que eran 20 y 30 veces más masivos que el Sol, respectivamente, antes de avanzar atrayéndose en espiral y fusionarse en otro agujero negro.

El descubrimiento significa un hito en el naciente campo de la astronomía de las ondas gravitacionales, que está siendo desarrollado por los científicos para saber más sobre cómo se formó el Universo. La primera detección de ondas gravitacionales fue una sensación a nivel científico.

“Nos estamos moviendo realmente desde la novedad a una nueva ciencia de la observación”, dijo David Shoemaker, astrofísico del Massachusetts Institute of Technology (MIT). Un equipo de más de 1.000 científicos publicó sus hallazgos en el número de esta semana de Physical Review Letters.

Al igual que en las dos detecciones previas, las ondas gravitacionales descubiertas en enero agitaron ligeramente los haces de láser con forma de L y de 4 kilómetros de longitud que conforman el corazón del Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO, por sus siglas en inglés).

Al comparar la forma de las ondas con modelos computacionales, los científicos confirmaron que la colisión ocurrió a unos 3.000 millones de años luz de la Tierra, dos veces más lejos que los hallazgos previos, informa Reuters.

Los agujeros negros son regiones de materia tan densa que ni los fotones de la luz pueden escapar a su enorme fuerza gravitacional.