El Ministerio de Interior de Túnez anunció la destitución de diez altos cargos de seguridad en el marco de una investigación abierta tras el naufragio de una embarcación que se saldó con la muerte de al menos 65 migrantes frente a la costa meridional tunecina.
Entre los responsables se encuentra el jefe de los servicios secretos del distrito de Kerkennah y el jefe de la Guardia Nacional de Sfax, detalló Interior en un comunicado.
Al menos 65 personas murieron este domingo por la noche al naufragar con 180 migrantes a bordo una embarcación precaria cuya capacidad máxima era de 90 personas y que se ha convertido en el peor accidente de esta naturaleza ocurrido en el Mediterráneo desde el pasado mes de febrero.
Según explicó la Organización Internacional de Migraciones (OIM), la guardia costera tunecina logró rescatar a 68 personas -entre ellas cuatro mujeres embarazadas-, de las cuáles 48 eran ciudadanos tunecinos, 3 de Costa de Marfil, 2 de Marruecos, 1 de Camerún, 1 de Malí y 1 de Libia.
Esta misma fuente explicó que los migrantes pagaron entre 770 y 1.000 euros para realizar la travesía en una pequeña embarcación de pesca que abandonó la isla de Kerkennah a alrededor de las 20.00 hora local (18.00 GMT) y que, dos horas más tarde, lanzó la llamada de auxilio cuando se encontraba a tan sólo 5 millas de la costa.
Uno de los rescatados detalló a la prensa local que la pequeña barca de madera, de nueve metros de eslora, salió poco antes del amanecer de unas de playas próximas a la frontera con Libia y navegó durante cerca de nueve horas antes de que comenzara a hacer agua por una grieta en el casco, informa Efe.
Las difíciles condiciones meteorológicas de los últimos días han dificultado las labores de rescate, en las que trabaja un avión de la fuerza área, equipos de protección civil y rescatadores profesionales.
