Chelsea saca ventaja de visitante ante un Atlético de Madrid sin ataque

Chelsea-EFE

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Diego Simeone regresó al pasado, recuperó su espíritu más defensivo y transformó a su Atlético de Madrid en un rival menor, sin ataque ni contraataque, sin más que un plan conformista, conservador e insuficiente, castigado por la chilena de Olivier Giroud que premió al Chelsea y demostró que jugar al 0-0 no garantiza el empate, menos en el rigor de la Liga de Campeones, ahora pendiente para él de una victoria en la vuelta en Londres.

El Atlético fue sólo defensa. Cierto que su oponente, por más balón e insistencia, por más presión o sensación, no le dañó nada en el estresante recorrido -en apariencia- hacia el descanso del equipo rojiblanco, ocupado en reducir a Hudson Odoi por su flanco zurdo y armado en torno a una línea de seis hombres en su repliegue, tan intensivo como hace tiempo no se recuerda, con Lemar y Correa como laterales extra a Marcos Llorente y Mario Hermoso.

Hasta el minuto 67, si el plan era el 0-0, le había salido bien, porque el Chelsea es lo que es. Hoy por hoy, un buen equipo sin más, que controló la pelota y desbordó poco. Y que no tiene el nivel del Bayern ni de los grandes aspirantes. Los únicos sobresaltos hasta entonces, dos nada más al cierre del primer acto, los provocó Timo Werner, tan peleado con el gol esta temporada con el Chelsea como el Atlético en sus duelos con el Levante.

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El atacante alemán no remató como quería un buen centro de Hudson Odoi ni logró el gol que pretendía con su tiro dentro del área ante Jan Oblak. Ninguno de ellos, cierto es, en una posición ventajosa. Si el plan era además contraatacar, al Atlético no le fue tan bien, reducidos a casi nada Joao Félix, Luis Suárez o Correa en el ataque.

Pero jugar tanto a defender, a conservar, tiene un precio muy alto. No se juega con un marcador favorable, sino con un empate, siempre al filo de la derrota, del más mínimo detalle. Era el minuto 67, cuando un rechace lo remató de chilena Olivier Giroud. Pareció fuera de juego, lo revisó el VAR… No lo fue. El balón procedía de Mario Hermoso. Sólo por interés lo mereció el Chelsea, sólo por conformismo lo mereció el Atlético. Queda Londres. Al equipo rojiblanco sólo le vale ganar. EFE