El Departamento de Justicia de EE.UU. anunció este jueves una demanda contra Texas para bloquear una polémica ley que entró en vigor el pasado 1 de septiembre en este estado y prohíbe prácticamente todos los abortos, sin excepciones para los casos de incesto o violación.
“La ley de Texas es claramente inconstitucional bajo un prolongado precedente del Tribunal Supremo”, dijo el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, en una rueda prensa.
La demanda, presentada ante una corte federal de Austin (Texas), solicita bloquear esta ley y “proteger los derechos que Texas ha violado”.
La nueva ley, firmada ya por el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, prohíbe el aborto desde las seis semanas de gestación, cuando puede detectarse el latido del corazón del feto, aunque en muchos casos muchas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas.
Además, permite a particulares presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una embarazada a abortar si creen que infringen la prohibición, y ofrece indemnizaciones de hasta 10.000 dólares al demandante si gana el juicio.
Garland remarcó que el Gobierno federal tiene la “obligación de asegurar que ningún estado pueda privar a las personas de sus derechos constitucionales”.
La semana pasada, horas después de la entrada en efecto de la ley de Texas, el Tribunal Supremo de Estados Unidos, con una mayoría conservadora reforzada, decidió no bloquear la legislación, aunque no llegó a valorar si era constitucional o no.
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El aborto fue reconocido como un derecho constitucional en EE.UU. en 1973 gracias al fallo del Tribunal Supremo en el caso “Roe contra Wade”, en el que se reconoció que una mujer puede terminar con su embarazo durante los primeros seis meses de gestación. Efe