El arzobispo emérito de Sydney George Pell fue declarado culpable de abusos contra menores en la década de 1990, de acuerdo con dos personas familiarizadas con el caso, convirtiéndose en el funcionario de mayor rango del Vaticano que enfrenta esa condena.
Según informa la agencia de noticias CNA, algunas fuentes cercanas al Cardenal y algunos medios locales habrían dado a conocer la noticia, pese a que desde el mes de junio existía una orden judicial que prohibía a los medios australianos informar sobre el caso.
El Vaticano no comentó sobre la sentencia, pero anunció que el papa Francisco retiró a Pell de su grupo asesores conocido como consejo de cardenales nombrados, junto con un cardenal chileno, Javier Errázuriz —ambos salpicados por escándalos de abusos sexuales a menores.
Por su parte, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Greg Burke, dijo sobre el caso que “la Santa Sede tiene el mayor de los respetos por los tribunales australianos. Sabemos además que hay una orden judicial en vigor y la respetamos”.
El purpurado, responsable de la Secretaría para la Economía de la Santa Sede, viajó en 2017 a su país para hacer frente a la acusación y el papa Francisco le otorgó para ello “un periodo de excedencia”.
En una rueda de prensa en junio de 2017 en el Vaticano, con la que anunció su regreso a Australia, Pell defendió su inocencia: “Los procesos judiciales me ofrecen la oportunidad para limpiar mi nombre y luego volver aquí, a Roma, para trabajar”, declaró entonces.
Un observador de la Corte australiana dijo que los procedimientos de sentencia de Pell comenzarán en febrero y será juzgado el próximo año por cargos adicionales.Efe
